lunes, 31 de enero de 2011

1961 - Basta con que una generación despierte para que haya despertado el Universo


Los hombres viven fugados de la realidad. Duermen el sueño continuo. Se trata de ir despertando a la realidad hasta mantenerse despierto. Esto sólo puede lograrse con grandes esfuerzos y grandes ayudas.

Quien actúa mecánicamente no podrá transformarse. Son necesarios el deseo, el esfuerzo y la ayuda.

Se trabaja con gente de la misma generación, con hombres y mujeres de edad aproximada, con coetáneos. Y eso basta.

Basta con que una generación despierte para que haya despertado el Universo.

1978 - ¿Y QUE SUCEDIO REALMENTE? ¿Que sucede realmente? ¿Que sucedera realmente?


Habíamos comenzado casi nuestra conversación con esto de la memoria profunda a la que había que llegar con unas sondas complicadas para reordenar los datos infantiles más pesados; y ahora estamos diciendo que hay ciertos procedimientos para reordenar lo que pasó. Pero ¿es exactamente reordenar lo que pasó o reubicar el punto de vista acerca de lo que pasó? Hay mucha gente que cree que en una determinada circunstancias pasaron equis cosas, y sigue con esa historia durante mucho tiempo. Luego se encuentra con gente que estuvo en esa situación y le pregunta, ¿y cómo fueron las cosas? La otra gente le dice fueron así, así, y asao. Y el dice: pero no, si fueron de otro modo. Pero ¿cómo va a ser de otro modo si yo estaba ahí presente?, (risas).

Resulta que el señor percibió las cosas como todos los otros; eso fue a memoria, pero resulta que este señor reelaboró los datos. Además confundió lo que pasó en sus sueños con lo que percibió en tres cosas, y terminó armando una historia singularísima.

Nada de eso que hay en su historia le sucedió, pero él cree que le sucedió, y además tiene un problema serio por lo que cree que le sucedió. ¡Pero no le sucedió en absoluto¡ Resulta que él tiene un enfoque de su pasado extraordinariamente trágico, y él no lo tiene integrado, no lo tiene proporcionado, y como hay cierto bloqueo de reversibilidad frente a ciertos temas o a ciertos puntos de su pasado, nuestro amigo no puede proporcionarlos a esos puntos, ni equilibrarlos pero trabajando tal vez con sus imágenes y detectando sus resistencias en el pasado, va descubriendo él la desproporción de sus hechos biográficos, o más que la desproporción de los hechos, la desproporción de lo que cree con respecto a sus hechos biográficos. Lo mismo, por supuesto, le sucederá a nuestro amigo con respecto al futuro y con respecto a lo que cree que le pasa en el presente.

1976 - DIFERENCIAS ENTRE POSESIÓN, DESEO Y NECESIDAD (1)


Nosotros distinguimos entre posesión y deseo. Nosotros distinguimos entre necesidad y deseo. La necesidad es algo ineludible y se parece bastante al mismo registro animal que hemos ido descubriendo en otros niveles. La necesidad se parece a la sensación. La necesidad, en el caso del temor, se parecería no a esto sicológico del sufrimiento interno; referida al temor se parece también a esta sensación del susto ante el peligro. No hay problemas con la necesidad. No hay problemas con el mecanismo del susto. No hay problemas con la sensación en este sentido. Allí están, al servicio del ser humano, para que éste se movilice y procese. Para eso están los mecanismos del temor frente al objeto amenazante, al servicio del ser humano. Y también está la necesidad, al servicio del ser humano, para que se movilice y entonces cumpla con sus forzamientos más inmediatos para llevar adelante su vida. Y sí, no hay mayor problema sicológico, con esto de la necesidad.

Sí lo hay con esto del deseo, que se parece también bastante, en el otro plano, a lo del temor sicológico.

El deseo está lanzado a la búsqueda de objetos, así como la necesidad está lanzada a la búsqueda de objetos. Y cuando se satisface la necesidad, la necesidad cesa. También el deseo, aunque es imaginario, puede cesar cuando determinadas necesidades que lo impulsan de trasfondo, cesan. Y entonces el sujeto, que ha expresado alguna necesidad, ahora ya no experimenta deseo. Parece que muchas veces el deseo también desapareciera cuando se cumple con una necesidad.

Hay deseos que no desaparecen, de todos modos, porque hay ciertos objetos que no pueden ser poseídos, y entonces el deseo continúa y continúa, y la imaginación sigue trayendo problema. Pero hay algunos momentos en que registramos que el deseo está acicateando a la mente. Y que este deseo de pronto es satisfecho y desaparece como tal. Este deseo es fluctuante; este deseo a veces aparece, a veces desaparece.

¿Y qué hay más abajo del deseo, y qué hay más abajo de la necesidad?. Algo, que de ningún modo desaparece. Detrás del deseo y detrás de la necesidad está sin duda, la posesión. Porque puede ahora uno no experimentar deseo por un determinado objeto, porque ese objeto está presente; uno posee a ese objeto, físicamente. Pero claro, puede perder ese objeto. Y como siempre existe la posibilidad de pérdida del objeto, siempre está presente ese registro de posesión.

Y basta ver como se comporta una persona cuando no tiene deseo por un objeto, pero alguien pone en peligro su posesión. Resulta que ahora la relación es con otra persona y ya no experimenta por esa otra persona ningún deseo, pero sigue experimentando por esa otra persona, posesión.

Y la posesión se traslada y no se trata sólo de posesiones físicas; hay posesiones morales; hay posesiones mentales; hay posesiones ideológicas; hay posesiones gésticas; hay posesiones rituales. Hay posesiones de todo tipo y todo aquello está, siempre, comprometiéndome con los objetos. De tal modo que basta que algo entre en el campo de la posesión de esos objetos que detento, para que mi posesión, que siempre está trabajando, se active con más fuerza. La posesión no cesa, y sí puede cesar el deseo.

1976 - DIFERENCIAS ENTRE POSESIÓN, DESEO Y NECESIDAD (2)


El deseo tiene características no tan corporales, no tan físicas como la posesión. Uno puede desear lograr algunas cuestiones espirituales, diferente al registro físico de querer poseer algo espiritual. Observen qué sucede en el propio cuerpo cuando se desea simplemente, o cuando se posee, o cuando el deseo es por poseer. Y siempre el deseo tiene que ver con la posesión, que es su raíz.

Más abajo del deseo está esta posesión y tiene fuertes connotaciones físicas y fuertes registros físicos. Y este registro de la posesión tiene que ver con la tensión. Y se sabe que se está deseando poseer algo porque se registra una particular tensión. Y cuanto más fuerte es ese deseo de posesión, más fuerte es la tensión.

Y claro, uno se agarra a los objetos, uno se agarra a la vida, uno se agarra a las cosas; y se agarra con las garras, con las manos. De tal manera que no suelta uno esas cosas, y esto de no soltar cosas, esto, trae registros de tensión.

¿Recuerdan ustedes las viejas experiencias de aquellos antiguos que trabajaban en sicología animal? Estos antiguos notaron una diferencia grande entre el mono y el hombre. Una de las diferencias más notables con respecto al tratamiento de los objetos era ésta: allí estaba un mono en su jaula, afuera de la jaula había una banana; el mono tenía un palo, una caña y había además entre la jaula y la banana una canaleta; el mono entonces empujaba la banana, y la banana caía en la canaleta, el mono recogía la banana. pero cuando la canaleta estaba detrás de la banana y no entre la banana y la jaula el mono tenía problemas; porque bastaba con que el mono, en lugar de traer la banana, la empujara fuera de sí, lejos de él; con que, por un acto de soltura, se desposeyera más de la banana, para que la banana cayera por la canaleta. Pues bien, el mono nunca pudo hacer eso. El mono siempre acercó a la banana, y claro la banana no cayó en la canaleta y el mono ahí estaba en la jaula tratando de atrapar la banana, y esto era mucho problema para el mono.

Seguramente el hombre, y ésta es la diferencia fundamental, tiene esa aptitud sobre las otras especies para soltar; tiene aptitud para alejarse de los objetos; tiene aptitud para desposeerse. Hay algo en la estructura de la mente ya a nivel humano, algo que está preparado para que esta mente se libere de la posesión objetal. Y esta diferencia es grande ya, entre el ser humano y el mono. Pero es claro, el estadio de la mente humana es aún muy joven y esto seguramente puede hacerlo con la banana, pero no puede hacerlo con otras cosas. Y si lo hace con la banana, en todo caso es porque ha comprendido el truco que significa alejar la banana para que la banana vuelva. Ese es el truco del boomerang.

Algunos primitivos lanzan un objeto, para que el objeto vaya y vuelva, si no toca la presa; o bien vaya, liquide a la presa, pero la liquida a veces por su vuelta, a veces por su ida. De todos modos, esta especie de ahorro de energía que hace el que dispara, tiene que ver también con esto del alejamiento de sí.

La mente humana seguramente es muy joven y todavía está muy ligada a la posesión. Pero según se ve en estos procesos y según se ve en el avance mismo de la mente individual, se avanza sobre todo cuando la mente es apta o es capaz para desposeerse. Entonces sucede que la mente no registra tensión, entonces sucede que no hay registro físico de tensión, entonces sucede que no hay registro físico de tensión, entonces sucede que los músculos no son necesarios con respecto a los objetos en el sentido de la posesión.

Hay un deseo activo, y hay un deseo satisfecho, sin duda. Pero siempre hay una posesión que actúa presentemente.

1992 / Es la lucha contra lo natural lo que hace evolucionar a la especie


Sobre la naturaleza humana.

El origen de la discriminación es considerar al otro como un cuerpo. Cuando veo una mujer como "función reproductora" la naturalizo. Cuando veo el color de piel, objetivizo al otro. Cuando veo su impedimento físico lo discrimino. Nuestros sentidos están hechos para percibir lo fáctico, lo natural. No tenemos sentidos para percibir "el sentido" o la intención de los otros. Percibir la intención es una elaboración que va más allá de la percepción sensorial. Cuando veo un edificio me es más difícil percibir la historia y la intención humana que lo llevó a cabo. Si el ser humano hubiera aceptado lo natural nunca habría salido de la prehistoria. La evolución es justamente la lucha contra lo natural. Si Galileo hubiera aceptado sus sentidos como son, nunca hubiera imaginado el telescopio. No tengo por qué aceptar lo natural. Naturaleza que me pone condiciones y me jode. Es la lucha contra lo natural lo que hace evolucionar a la especie.

miércoles, 19 de enero de 2011

1976 / LOS PRINCIPIOS DE LA ACCION VALIDA COMO SINTESIS DE UNA DOCTRINA ACERCA DE LA LIBERACION DE LA MENTE


Pero la raíz posesiva del sufrimiento no es fácil de estirpar, ya que en todo está la posesión. Y cuando esto se comprende se comienza a buscar la no posesión, posesivamente.

Y aquél que quiere no poseer, queda también encerrado en el círculo de su sufrimiento. Y aquél que quiere no sufrir, sufre por esto mismo.

Nosotros estudiamos las tres vías del sufrimiento y su raíz posesiva, pero no tratamos de no poseer, porque esto produce sufrimiento. Tratamos de comprender y de generar una nueva actitud en base a registros de unidad o contradicción interna, y no en base a registros de posesión o de no posesión.

Por ello, nosotros estudiamos las tres vías del sufrimiento y su raíz posesiva y generamos una nueva actitud liberadora cuando al hacer obtenemos registros de unidad interna.

¿Y cómo producimos tales registros? ¿Acaso valorando los objetos de un modo especial? Sin duda que no.

He aquí entonces sintetizada la doctrina acerca de la liberación de la mente.

Si alguien me pregunta qué es lo más importante, le diré: Debes comprender las tres vías del sufrimiento, que son la sensación, la memoria y la imaginación. Debes comprender además, la raíz posesiva del sufrimiento.

Y si me pregunta, qué debe hacer además de comprender, le diré: Ir contra la evolución de las cosas es ir contra uno mismo. Cuando fuerzas algo hacia un fin produces lo contrario. No te opongas a una gran fuerza; retrocede hasta que aquella se debilite, entonces, avanza con resolución. Las cosas están bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente. Si para ti están bien el día y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones. Si persigues el placer, te encadenas al sufrimiento; pero en tanto no perjudiques tu salud, goza sin inhibición cuando la oportunidad se presente. Si persigues un fin te encadenas: si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas. Harás desaparecer tus conflictos, cuando los entiendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos. Cuando perjudicas a los demás, quedas encadenado, pero si no perjudicas a otros, puedes hacer cuanto quieras con libertad; cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas. No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que tú no has elegido ningún bando. Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en ti, si repites tus actos de unidad interna, ya nada podrá detenerte.

Y ésta es entonces la doctrina y la propuesta precisa: estudia, investiga, medita y comprende progresivamente las tres vías del sufrimiento y su raíz posesiva, mientras vas generando en todo instante una nueva actitud de acuerdo a estos principios.

En este tiempo hemos estado estudiando y operando, en un nivel, las tres vías del sufrimiento y su raíz posesiva. Pero queda en pie la propuesta de investigar, meditar y comprender progresivamente, mientras vamos generando, instante tras instante, una nueva actitud liberadora de la mente.

1976 / DIFERENCIAS ENTRE POSESION, DESEO Y NECESIDAD


Nosotros distinguimos entre posesión y deseo. Nosotros distinguimos entre necesidad y deseo. La necesidad es algo ineludible y se parece bastante al mismo registro animal que hemos ido descubriendo en otros niveles. La necesidad se parece a la sensación. La necesidad, en el caso del temor, se parecería no a esto sicológico del sufrimiento interno; referida al temor se parece también a esta sensación del susto ante el peligro. No hay problemas con la necesidad. No hay problemas con el mecanismo del susto. No hay problemas con la sensación en este sentido. Allí están, al servicio del ser humano, para que éste se movilice y procese. Para eso están los mecanismos del temor frente al objeto amenazante, al servicio del ser humano. Y también está la necesidad, al servicio del ser humano, para que se movilice y entonces cumpla con sus forzamientos más inmediatos para llevar adelante su vida. Y sí, no hay mayor problema sicológico, con esto de la necesidad.

Sí lo hay con esto del deseo, que se parece también bastante, en el otro plano, a lo del temor sicológico.

El deseo está lanzado a la búsqueda de objetos, así como la necesidad está lanzada a la búsqueda de objetos. Y cuando se satisface la necesidad, la necesidad cesa. También el deseo, aunque es imaginario, puede cesar cuando determinadas necesidades que lo impulsan de trasfondo, cesan. Y entonces el sujeto, que ha expresado alguna necesidad, ahora ya no experimenta deseo. Parece que muchas veces el deseo también desapareciera cuando se cumple con una necesidad.

Hay deseos que no desaparecen, de todos modos, porque hay ciertos objetos que no pueden ser poseídos, y entonces el deseo continúa y continúa, y la imaginación sigue trayendo problema. Pero hay algunos momentos en que registramos que el deseo está acicateando a la mente. Y que este deseo de pronto es satisfecho y desaparece como tal. Este deseo es fluctuante; este deseo a veces aparece, a veces desaparece.

¿Y qué hay más abajo del deseo, y qué hay más abajo de la necesidad?. Algo, que de ningún modo desaparece. Detrás del deseo y detrás de la necesidad está sin duda, la posesión. Porque puede ahora uno no experimentar deseo por un determinado objeto, porque ese objeto está presente; uno posee a ese objeto, físicamente. Pero claro, puede perder ese objeto. Y como siempre existe la posibilidad de pérdida del objeto, siempre está presente ese registro de posesión.

Y basta ver como se comporta una persona cuando no tiene deseo por un objeto, pero alguien pone en peligro su posesión. Resulta que ahora la relación es con otra persona y ya no experimenta por esa otra persona ningún deseo, pero sigue experimentando por esa otra persona, posesión.

Y la posesión se traslada y no se trata sólo de posesiones físicas; hay posesiones morales; hay posesiones mentales; hay posesiones ideológicas; hay posesiones gésticas; hay posesiones rituales. Hay posesiones de todo tipo y todo aquello está, siempre, comprometiéndome con los objetos. De tal modo que basta que algo entre en el campo de la posesión de esos objetos que detento, para que mi posesión, que siempre está trabajando, se active con más fuerza. La posesión no cesa, y sí puede cesar el deseo.

El deseo tiene características no tan corporales, no tan físicas como la posesión. Uno puede desear lograr algunas cuestiones espirituales, diferente al registro físico de querer poseer algo espiritual. Observen qué sucede en el propio cuerpo cuando se desea simplemente, o cuando se posee, o cuando el deseo es por poseer. Y siempre el deseo tiene que ver con la posesión, que es su raíz.

Más abajo del deseo está esta posesión y tiene fuertes connotaciones físicas y fuertes registros físicos. Y este registro de la posesión tiene que ver con la tensión. Y se sabe que se está deseando poseer algo porque se registra una particular tensión. Y cuanto más fuerte es ese deseo de posesión, más fuerte es la tensión.

Y claro, uno se agarra a los objetos, uno se agarra a la vida, uno se agarra a las cosas; y se agarra con las garras, con las manos. De tal manera que no suelta uno esas cosas, y esto de no soltar cosas, esto, trae registros de tensión.

¿Recuerdan ustedes las viejas experiencias de aquellos antiguos que trabajaban en sicología animal? Estos antiguos notaron una diferencia grande entre el mono y el hombre. Una de las diferencias más notables con respecto al tratamiento de los objetos era ésta: allí estaba un mono en su jaula, afuera de la jaula había una banana; el mono tenía un palo, una caña y había además entre la jaula y la banana una canaleta; el mono entonces empujaba la banana, y la banana caía en la canaleta, el mono recogía la banana. pero cuando la canaleta estaba detrás de la banana y no entre la banana y la jaula el mono tenía problemas; porque bastaba con que el mono, en lugar de traer la banana, la empujara fuera de sí, lejos de él; con que, por un acto de soltura, se desposeyera más de la banana, para que la banana cayera por la canaleta. Pues bien, el mono nunca pudo hacer eso. El mono siempre acercó a la banana, y claro la banana no cayó en la canaleta y el mono ahí estaba en la jaula tratando de atrapar la banana, y esto era mucho problema para el mono.

Seguramente el hombre, y ésta es la diferencia fundamental, tiene esa aptitud sobre las otras especies para soltar; tiene aptitud para alejarse de los objetos; tiene aptitud para desposeerse. Hay algo en la estructura de la mente ya a nivel humano, algo que está preparado para que esta mente se libere de la posesión objetal. Y esta diferencia es grande ya, entre el ser humano y el mono. Pero es claro, el estadio de la mente humana es aún muy joven y esto seguramente puede hacerlo con la banana, pero no puede hacerlo con otras cosas. Y si lo hace con la banana, en todo caso es porque ha comprendido el truco que significa alejar la banana para que la banana vuelva. Ese es el truco del boomerang.

Algunos primitivos lanzan un objeto, para que el objeto vaya y vuelva, si no toca la presa; o bien vaya, liquide a la presa, pero la liquida a veces por su vuelta, a veces por su ida. De todos modos, esta especie de ahorro de energía que hace el que dispara, tiene que ver también con esto del alejamiento de sí.

La mente humana seguramente es muy joven y todavía está muy ligada a la posesión. Pero según se ve en estos procesos y según se ve en el avance mismo de la mente individual, se avanza sobre todo cuando la mente es apta o es capaz para desposeerse. Entonces sucede que la mente no registra tensión, entonces sucede que no hay registro físico de tensión, entonces sucede que no hay registro físico de tensión, entonces sucede que los músculos no son necesarios con respecto a los objetos en el sentido de la posesión.

Hay un deseo activo, y hay un deseo satisfecho, sin duda. Pero siempre hay una posesión que actúa presentemente.

1978 / ¿Y QUE ES LA EXPERIENCIA INTERNA?


El trabajo con la experiencia puede ser muy bien echo y puede seguirse con calma, desarrollándolo poco de a poco, sin apuro, sin inquietud, porque después de todo no se está buscando a esas experiencias como un fin, sino que se está buscando a esas experiencias como referencias capaces de orientar a la conciencia en una dirección creciente. Observen que es muy distinto esto de lanzarse a la experiencia en una suerte de hedonismo espiritual, para tener más experiencia, digamos, como para comer más fresas, (risas). ¡Si ustedes quieren sumar experiencias van a encontrar cada cosa!, (risas), no se trata parece, de eso, sino más bien..., les digo porque nuestra época es muy amiga de..., claro, mercado de consumo, entonces muchas experiencias, (risas), no parece que se tratara de esto de sumar experiencias, "hombre de mucha experiencia, éste", sino más bien de conseguir algunas referencias capaces de orientar en un sentido interesante. Se puede trabajar con estas experiencias lentamente, sin mayores apuros, comprendiendo que lo que se está buscando en el fondo de todo, es un sentido más que una experiencia. ¿Y qué es la experiencia? es una suerte de intermediario con el sentido.

2005 / EL PEDIDO (Extracto)


"En algún momento del día o de la noche, aspira una bocanada de aire e imagina que llevas ese aire a tu corazón. Entonces, pide con fuerza por ti y por tus seres más queridos. Pide con fuerza para alejarte de todo aquello que te trae contradicción; pide porque tu vida tenga unidad. No destines mucho tiempo a esta breve oración, a este breve pedido, porque bastará con que interrumpas un instante lo que va sucediendo en tu vida para que en el contacto con tu interior se despejen tus sentimientos y tus ideas.

Alejar la contradicción es lo mismo que superar el odio, el resentimiento, el deseo de venganza. Alejar la contradicción es cultivar el deseo de reconciliación con otros y con uno mismo. Alejar la contradicción es perdonar y reparar dos veces cada mal que se haya infligido a otros.

Esta es la actitud que corresponde cultivar. Entonces, a medida que el tiempo pase comprenderás que lo más importante es lograr una vida de unidad interna que fructificará cuando lo que pienses, sientas y hagas vaya en la misma dirección. La vida crece por su unidad interna y se desintegra por la contradicción. Y ocurre que lo que haces no queda solo en ti sino que llega a los demás. Por tanto, cuando ayudas a otros a superar el dolor y el sufrimiento haces crecer tu vida y aportas al mundo. Inversamente, cuando aumentas el sufrimiento de otros, desintegras tu vida y envenenas al mundo. ¿Y a quién debes ayudar?

Primeramente, a quienes están más próximos, pero tu acción no se detendrá en ellos.

Con aquella “receta” no termina el aprendizaje sino que empieza. En aquella “receta” se dice que hay que pedir, pero ¿a quién se pide? Según lo que creas será a tu dios interno, o a tu guía o a una imagen inspiradora y reconfortante. Por último, si no tienes a quién pedir tampoco tendrás a quién dar y entonces mi regalo no merecerá ser aceptado.

Más adelante podrás considerar lo que explica el Mensaje en su Libro, en su Camino y en su Experiencia. Y también contarás con verdaderos compañeros que puedan emprender contigo una vida nueva.

En aquel simple pedido, hay también una meditación que se orienta hacia la propia vida. Y ese pedido y esa meditación irán cobrando fuerza como para transformar las situaciones cotidianas.

Avanzando de ese modo, tal vez un día captes una señal. Una señal que se presenta a veces con errores y a veces con certezas. Una señal que se insinúa con mucha suavidad, pero que en contados momentos de la vida irrumpe como un fuego sagrado dando lugar al arrobamiento de los enamorados, a la inspiración de los artistas y al éxtasis de los místicos.

Porque, es conveniente decirlo, tanto las religiones como las obras de arte y las grandes inspiraciones de la vida salen de allí, de las distintas traducciones de esa señal y no hay por qué creer que esas traducciones representen fielmente al mundo que traducen. Esa señal en tu conciencia es la traducción en imágenes de lo que no tiene imágenes, es el contacto con lo Profundo de la mente humana, una profundidad insondable en que el espacio es infinito y el tiempo eterno.

En algunos momentos de la historia, se levanta un clamor, un desgarrador pedido de los individuos y los pueblos. Entonces, desde lo Profundo llega una señal. Ojalá esa señal sea traducida con bondad en los tiempos que corren, sea traducida para superar el dolor y el sufrimiento. Porque detrás de esa señal están soplando los vientos del gran cambio."

LA CAPACIDAD DE DAR


Si hablamos del “dar” y de la “ayuda”, tú pensarás sobre lo que te pueden dar, o acerca de cómo te deben ayudar. Pero he aquí que la mejor ayuda que pudieran darte, consiste en enseñarte a relajar tu contracción.

Tu egoísmo no es un pecado, sino tu fundamental error de cálculo, porque has creído, ingenuamente, que recibir es más que dar.

Recuerda los mejores momentos de tu vida y comprenderás que siempre estuvieron relacionados con un dar desprendido. Esta sola reflexión, debería ser suficiente para cambiar la dirección de tu existencia... Pero no será suficiente.

Es de esperar que esté hablando para otro, no para tí, ya que habrás comprendido frases como: “humanizar la tierra”, “abrir el futuro”, “sobrepasar el sufrimiento en el mundo que te rodea”, y otras cuantas más que tienen como base la capacidad de dar.

La compensación de la traición son las falsas esperanzas


Una vez en la vida o cada tanto tiempo, uno tiene que consultarse: ¿qué quiero, qué dirección le quiero dar a mi vida, cuál es mi “destino mayor"?

Las trabas que pone el sistema hacia eso conforman en síntesis muchos de los problemas de imagen de sí.

Todas las falsas esperanzas son del sistema y cuando uno proyecta su vida como que su desarrollo personal depende de la pareja, la guita, la familia, las amistades, se va a traicionar.

Así que para trabajar la traición va a tener que reconocerse fracasado, ¿pero fracasado en qué?, ¿en qué ha basado sus expectativas vitales, en falsas esperanzas, en otro?

Eso jamás va a resultar, porque ha basado su proyecto vital en el proyecto del otro, eso es cosificarse y cosificar al otro.

La compensación de la traición son las falsas esperanzas.

Y la mayor de las traiciones es no reconocerse, individuo con infelicidad capaz de transformarse. Y lo primero que hay que transformar es la dirección que uno tiene. Ahí aparece la resistencia: ¿si uno transforma o se dedica a trabajar la traición, el temor o la dirección, tiene que destruir todo lo que ha construido?

No es así, uno al trabajar eso direcciona nuevamente todo lo que ha construido. Lo que no interesa lo deja, pero lo que interesa continúa.

Si nosotros como conjunto humano, como individuos dentro de un conjunto humano, no avanzamos más, es porque no sabemos lo que valemos. Realmente no lo sabemos.

Uno descubre que su destino mayor tiene que ver con el sentido de la vida, que es de uno hacia otros.

Espectadores de la vida o promotores de acciones


Cada acción, cada movimiento de mi cuerpo, de mi mente o de mis emociones produce cambios en el medio que me rodea, produce transformaciones. La alegría o tristeza con que doy las gracias o pido un favor, producen consecuencias a mi alrededor y esas consecuencias serán las respuestas del medio hacia mi, produciendo en mi, cambios y transformaciones en todo momento.

Es esta hora en que el hombre duda frente a un medio que aparece como inestable, nosotros pretendemos ofrecerle ese ámbito que mencionamos, ese medio que le servirá de referencia dándole lo que más necesita en estas circunstancias: dirección y fe.

Pero aún teniendo ese medio posibilitario que abre el futuro y le da dirección, nada será posible si no nos decidimos resueltamente a actuar provocando nosotros ese cambio, si no nos decidimos a ser protagonistas de nuestra propia historia y nuestro propio destino, ya que la gran diferencia con los demás seres vivos y con el resto de la naturaleza, lo que nos define como humanos es nuestra capacidad de intencionalidad, esa intencionalidad que nos permite optar, elegir entre el gris quietismo autodestructivo y la luminosa posibilidad de crecer infinitamente.

Así, la pregunta es si seremos espectadores de la vida o promotores de acciones que organicen la transformación a nuestro alrededor, reales transformadores vitales que midan y proyecten en su accionar las consecuencias que produciremos en nosotros y en otros.

Debes entonces asumir y dar una respuesta de suprema rebeldía constructiva a este medio en crisis y cambiante y así nuestra propuesta es la acción que promueve la simultánea modificación personal y del medio, aquella acción que provoca el cambio intencionalmente y lo dirige con un sentido de futuro abierto, amplio, generoso, y así verás pronto renacer con fuerza en el corazón de los hombres y los pueblos, la luz de la vida.

Nuestra propuesta es la alegre, resuelta y permanente Acción Transformadora; acción transformadora que es aquella plena de intencionalidad orientada al cambio humanizador de nosotros mismos, del medio que nos rodea y de toda esta tierra, nuestra tierra.

sábado, 15 de enero de 2011

1986 / LAS BUSQUEDAS PROFUNDAS


Hay gentes que tienen problemas en la vida cotidiana, entonces quisieran encontrarse con una especie de ámbito de paz para su desarrollo interno. Muy bien. Les digo ésto, porque se ha hecho muchas veces, no es improvisación, se ha experimentado. Entonces tomamos a este señor, a esta señora que tiene ese problema en la vida cotidiana, nos lo llevamos a ese lugar donde se produce una especie de vacío de condiciones externas, lo llevamos a ese lugar y empiezan a producirse funcionamientos raros, por ejemplo, mientras está en ese lugar se la pasa pensando en el otro lugar. ¿Pero qué es ésto? Así que sucede que él tiene grandes problemas acá y él está preocupado por esa cosa interna, entonces lo traemos acá. Ahora ya está en esas condiciones. Ahora el mayor problema de él acá es que está pensando todo el tiempo, acá. Entonces, eso de que viene de acá a acá, eso es totalmente superficial. Eso pertenece también al campo de lo biográfico, de lo periférico, de lo no resuelto. Usted lo que tiene que hacer es resolver las cosas..., ¡ah, y párece bien y vaya para allá! (risas). Eso es lo que tiene que hacer usted y no andar con esos rollos! (risas). Entonces siempre aparece una ambigüedad en nosotros con el tema, siempre hay una ambigüedad. Que se acerca uno y empieza a hablar de lo espiritual y nosotros ya..., ¿eeeh?... ¿Y qué espiritual?, ¿a ver, donde está el espíritu, a ver? (risas). ¿Qué ha comido hoy, cuántas horas durmió? Claro porque esta otra historia ya la tenemos muy sabida.

En realidad, estos de las búsquedas profundas y demás hablan poco del espíritu, de la profundidad, de eso, poco. Los que hablan mucho de eso es como lo que hablan mucho del amor. Y cada vez que alguien menciona la palabra espíritu, yo cuido el bolsillo (risas).

Bueno, pero sucede que hay gente y que hace preguntas profundas y que se hace de continuo y todo aquéllo. Esa gente busca sus respuestas y sus cosas. Sí, sería interesante crear condiciones adecuadas. Y cuando usted llegue a esas preguntas más interesantes será porque tiene resueltos los otros líos, ¿no? No, no nos meta smog acá, humo en la cocina. Nos encontramos el otro tío con la otra historia y ¿a qué jugamos? Hemos incorporado ensueño a trabajos más despiertos, un lío, mal hecho, una porquería.

¿Estamos delirando o nos estamos entendiendo? Más o menos estamos en el tema, ¿no?, uno nunca sabe si... (risas). Sí, esos aceleradores, sí, hay que tenerlos. Ahí va a estar el espíritu, el uranio del reactor, ahí, bueno, no usemos ese ejemplo, son todos... ¡Hay que sacar las centrales nucleares!, ¡bonito ejemplo damos ahora! Ahí está el uranio del reactor..., ¿pero qué es ésto?

Y ahí está el acelerador de la cosa. Eso no hay que descuidarlo. Debe existir, me imagino, en el mundo actual, debe existir, seguramente, deben existir condiciones para que haya mejores búsquedas y mejor tecnología interna, deben existir. Y nosotros lo vamos a montar, independiente de que eso exista o no, nosotros lo vamos a montar.

1969 / LIBERATE DEL MIEDO


Silo desarrolló esa tarde, numerosos puntos de interés para sus compañeros. Todos habían percibido que una mujer del grupo, estaba inquieta por ciertos temas tratados. Pero aquél conocía las raíces de sus cavilaciones y dijo para ella (aunque dirigiéndose a una muchacha más joven):

“Si tu padre o tu hermano o tu marido, te hacen arrodillar ante el altar de la falsa religión y servir a los explotadores del pueblo, son indignos de ser padres, hermanos o maridos... Están vendiendo tu cabeza por temor o por negocio. Y si tú aceptas la venta, eres dos veces peor que ellos.

¡Libérate del miedo!

No temas ser perseguida por decir la verdad.

No temas perder todo lo que tienes.

No temas que tus seres queridos te abandonen ni abandonarlos a ellos por tu fe.

¡Se libre!

No temas a Dios, no temas a la Religión, no temas al Estado, no temas al poderoso, al sabio. No temas la pobreza, no temas la muerte.

Teme únicamente a quien destruye al espíritu”.

1969 / CADA UNO ES SU PROPIO MAESTRO


Cada uno es su propio maestro en las experiencias fundamentales y cada uno tiene derecho a comunicarlas a otros. Impedir lo segundo es además de tontería, señal de brutalidad. Confundir la expresión con una enseñanza es en ocasiones un error, en ocasiones debilidad interior.

EL MENSAJE


"Los Mensajeros, es decir aquellos que sienten y llevan a otros el Mensaje, destacan siempre la necesidad de no aceptar coacciones sobre la libertad de ideas y creencias, y de tratar a todo ser humano del mismo modo en que uno desea ser tratado. Este alto valor en las relaciones interpersonales y sociales hace, al mismo tiempo, que los mensajeros trabajen contra toda forma de discriminación, desigualdad e injusticia".

1969 / TODO DEPENDE DE TU LIBERACIÓN INTERIOR


¿Cómo es posible que una religión interior hermane a los hombres?.

¿Cómo es posible que a la opresión y la violencia se las derrote por medio de la Paz?

Cuando todos los intentos sean gastados, cuando tu vieja lucha, esté perdida, buscarás la paz y entonces la violencia será dentro del Imperio y caerá.

Pero comprende bien: todo depende de tu liberación interior, de tu paz interior. El resto se producirá a consecuencia de ello”.

viernes, 7 de enero de 2011

1986 / LAS BUSQUEDAS PROFUNDAS


Hay gentes que tienen problemas en la vida cotidiana, entonces quisieran encontrarse con una especie de ámbito de paz para su desarrollo interno. Muy bien. Les digo ésto, porque se ha hecho muchas veces, no es improvisación, se ha experimentado. Entonces tomamos a este señor, a esta señora que tiene ese problema en la vida cotidiana, nos lo llevamos a ese lugar donde se produce una especie de vacío de condiciones externas, lo llevamos a ese lugar y empiezan a producirse funcionamientos raros, por ejemplo, mientras está en ese lugar se la pasa pensando en el otro lugar. ¿Pero qué es ésto? Así que sucede que él tiene grandes problemas acá y él está preocupado por esa cosa interna, entonces lo traemos acá. Ahora ya está en esas condiciones. Ahora el mayor problema de él acá es que está pensando todo el tiempo, acá. Entonces, eso de que viene de acá a acá, eso es totalmente superficial. Eso pertenece también al campo de lo biográfico, de lo periférico, de lo no resuelto. Usted lo que tiene que hacer es resolver las cosas..., ¡ah, y párece bien y vaya para allá! (risas). Eso es lo que tiene que hacer usted y no andar con esos rollos! (risas). Entonces siempre aparece una ambigüedad en nosotros con el tema, siempre hay una ambigüedad. Que se acerca uno y empieza a hablar de lo espiritual y nosotros ya..., ¿eeeh?... ¿Y qué espiritual?, ¿a ver, donde está el espíritu, a ver? (risas). ¿Qué ha comido hoy, cuántas horas durmió? Claro porque esta otra historia ya la tenemos muy sabida.

En realidad, estos de las búsquedas profundas y demás hablan poco del espíritu, de la profundidad, de eso, poco. Los que hablan mucho de eso es como lo que hablan mucho del amor. Y cada vez que alguien menciona la palabra espíritu, yo cuido el bolsillo (risas).

Bueno, pero sucede que hay gente y que hace preguntas profundas y que se hace de continuo y todo aquéllo. Esa gente busca sus respuestas y sus cosas. Sí, sería interesante crear condiciones adecuadas. Y cuando usted llegue a esas preguntas más interesantes será porque tiene resueltos los otros líos, ¿no? No, no nos meta smog acá, humo en la cocina. Nos encontramos el otro tío con la otra historia y ¿a qué jugamos? Hemos incorporado ensueño a trabajos más despiertos, un lío, mal hecho, una porquería.

¿Estamos delirando o nos estamos entendiendo? Más o menos estamos en el tema, ¿no?, uno nunca sabe si... (risas). Sí, esos aceleradores, sí, hay que tenerlos. Ahí va a estar el espíritu, el uranio del reactor, ahí, bueno, no usemos ese ejemplo, son todos... ¡Hay que sacar las centrales nucleares!, ¡bonito ejemplo damos ahora! Ahí está el uranio del reactor..., ¿pero qué es ésto?

Y ahí está el acelerador de la cosa. Eso no hay que descuidarlo. Debe existir, me imagino, en el mundo actual, debe existir, seguramente, deben existir condiciones para que haya mejores búsquedas y mejor tecnología interna, deben existir. Y nosotros lo vamos a montar, independiente de que eso exista o no, nosotros lo vamos a montar.

domingo, 2 de enero de 2011

2 DE ENERO, DESPEDIDA A SILO


Hoy 2 de Enero de 2011, en el Parque de Estudio y Reflexión" Punta de Vacas" y desde El Mirador del Parque, se realizó la dispersión de cenizas de Mario Rodríguez Cobos (SILO), fallecido el pasado 16 de Septiembre de 2010 y y quien fuera el fundador del Movimiento Humanista y del Partido Humanista Internacional.
La Primera Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia Activa, recorrió el mundo entre el 2 de Octubre del 2009 y el 2 de Enero de 2010 y fue fruto de la inspiración de ese gran intelectual y pensador contemporáneo, SILO.
Album de fotos de fotógrafos profesionales y aficionados, todos del Movimiento Humanista, que trabajaron cubriendo la Primera Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia Activa; para la agencia internacional de noticias Pressenza.