miércoles, 6 de junio de 2012

Hay que hacer crecer en uno una fuerza interna. Esa es la fuerza que mueve montañas.





El mundo que viene ya no tendrá que ver con lo anterior, pero servirá esa experiencia. Y aquí estamos nosotros. Apuntando al futuro. Yo digo: la mejor conversación que podemos hacer es la que se refiere a qué hacemos con nosotros mismos y en relación a la sociedad. Pero básicamente qué hacemos con nosotros mismos. Cómo logramos esa fuerza interna. Cómo logramos coherencia y cómo logramos dirección.

Podemos vociferar todo el día, a favor o en contra de un gobierno, a favor o en contra de un sistema. Nada podemos hacer si en nosotros no se despierta una fuerza que ya no está en la gente. Es como si la gente hubiera sido vampirizada. Hay que hacer crecer en uno una fuerza interna. Esa es la fuerza que mueve montañas. Ese es el punto que hay que conversar en el momento actual. ¿Qué es esta fuerza?, ¿cómo crece esta fuerza en las personas? ¿Es una fuerza de la cabeza, es una fuerza espiritual, es una fuerza que queda en uno, es una fuerza que se comunica entre la gente?

Estamos tan solos como individuos, que nos sentimos nacer, envejecer, morir. Morimos. ¿Qué significado tiene nuestra vida? Hay una fuerza que nos conecta entre sí, entre nosotros. Hay una fuerza que tiene una dirección; hay una fuerza que nos muestra que somos más grandes de lo que creemos. Nos sentimos aplastados por el sistema, nos sentimos aplastados por lo cotidiano, por las necesidades. Y al final nos miramos al espejo y decimos: claro, somos unos infelices.


No somos unos infelices. No somos hormigas. No somos un número estadístico. Somos un ser extraño, un ser que se levantó un día en dos patas aspirando al cielo. Y que no ha terminado su destino.

¡Desde aquellos primeros abuelos nuestros, se ha aspirado a mirar hacia adelante y hacia arriba! Y ahora nos dicen que somos un número... No somos un número, no somos un factor económico, no somos un mecanismo en el engranaje del sistema. Somos mucho más de lo que vemos. Aquí estamos...¿cómo estás? Pero somos más de lo que vemos. Cuando yo te veo, bueno, te conozco, hay algo en nuestra biografía que nos incluye, algo tuyo está en mí, en mis recuerdos. Eres parte mía. Y a la inversa. Pero hay algo más en ti, no eres sólo mi biografía. Eres algo que va más allá. A lo mejor no sientes cómo vas más allá. Pero no está muy mal, tampoco, que algún día lo pienses. Puedes que no seas simplemente ésto que veo. Puede que haya en ti una fuerza profunda. ¿Tendrá dirección o no?, ese es el problema. Puede ser que haya en ti algo muy grande. Todo lo contrario de lo que dicen por ahí de lo que eres tú como individuo.

Yo creo que en todos nosotros hay algo muy grande. Pero parece que para quedar bien tenemos que decir que somos insignificantes. No somos insignificantes.

En todo pobrecito que está en las peores condiciones, que no sabe leer ni escribir, que está sumergido en la pobreza, que está desterrado de la sociedad; en todo pobrecito que encuentren en la calle, hay algo muy grande. Y cuando ese pobrecito sufre es algo muy grande que clama al cielo.

LOS PRINCIPIOS DE LA ACCION VALIDA




Distinta es la actitud frente a la vida y a las cosas cuando la revelación interna hiere como el rayo.
Siguiendo los pasos lentamente, meditando lo dicho y lo por decir aún, puedes convertir el sin-sentido en sentido. No es indiferente lo que hagas con tu vida. Tu vida, sometida a leyes, está expuesta ante posibilidades a escoger. Yo no te hablo de libertad. Te hablo de liberación, de movimiento, de proceso. No te hablo de libertad como algo quieto, sino de liberarse paso a paso como se va liberando del necesario camino recorrido el que se acerca a su ciudad. Entonces, “lo que se debe hacer” no depende de una moral lejana, incomprensible y convencional, sino de leyes: leyes de vida, de luz, de evolución.
He aquí los llamados “Principios” que pueden ayudar en la búsqueda de la unidad interior.

SOBRE LA BONDAD Y EL ALMA



Y sobre la bondad, ¿qué podría decirte de la bondad? Que se experimenta como una reconciliación con uno mismo aunque se refiere a los otros. Así como se experimenta el odio, lo opuesto a la reconciliacion, a la bondad. El odio te lleva a una tensión tal que exige una catarsis, una tensión inaguantable, en donde no soportas al otro, donde quieres hacer desaparecer al otro. En la bondad se amplía el otro y en él te reconoces y eso te reconcilia. Y ese es un registro unitivo. El otro caso es un registro de disolución, de desintegración. Y cuando eso pasa, lo recuerdas como algo desintegrador, como algo malo que te pasó. Y cuando sucede lo otro, cuando recuerdas un acto de bondad que has producido, lo traes a la memoria y te sirve hoy. Eso es lo que tú necesitas recordar, lo bueno que has hecho, y eso es lo que te invita a hacer esas buenas cosas en el futuro. Si hubiera alma, esa alma trabajaria con fuerzas, con fuerzas que van produciendo una cierta unidad o fuerzas que se contraponen que se oponen entre si. Para que habría de continuar esa alma, para sentir siempre ese sufrimiento, esa oposición? Mejor que desaparezca! (risas). Si esa alma existiera quisiéramos que esa alma fuera unitiva, que tuviera un centro hacia lo cual todo converge y todo se armoniza en ese centro. Quisiéramos que eso sí fuera creciendo. Aspiraríamos a una alma en crecimiento y no a una alma estática fija como una fotografía, viviendo en una determinada habitación, dentro de un salón. Sería un alma que se amplía.
En el medioevo hablaron del alma del mundo. Un alma más allá de lo individual de lo personal, pero que permitía que las cosas funcionaran. En los animales y en la personas, en esa época se creía que existía un alma en las personas y en los animales. Era lo que anima-ba a los anima-les. Era ese principio que le daba movimiento. Y de esa alma entendieron que en algún momento se producía un nuevo principio que ya no era simplemente el alma. Se parecía más a un soplo, a un espíritu, algo que se sentía adentro en el corazón en los pulmones, era algo como respiratorio un pneuma como los neumáticos (risas) que tienen aire adentro. Así se sentía en esa época el espíritu, como un principio distinto al alma y ese espíritu no estaba existiendo siempre, se creaba, se iba generando por lo que hacías, porque tú estabas en este mundo con tu cuerpo y hacías cosas con tu cuerpo, no solo subsistías, no solo comías cosas, cumplías con tus necesidades sino que tenías aspiraciones, tenías tendencias al futuro a ver qué tipo de cosas ibas a lograr y lo hacías con personas en un mundo de personas. Te relacionabas con las personas en un modo unitivo o de un modo contradictorio. Y cuando te relacionabas con las personas contradictoriamente también creabas contradicción en ti mismo, entonces no podías volar hacia el espíritu, no podías construirlo, te faltaba unidad. Y para obtener esta unidad necesitabas de actos de bondad. Esto creían los antiguos.
(Silo, Bomarzo, 03.09.05)

SIN CENTRO DE GRAVEDAD SE DEPENDE DE LOS DEMAS



Esto nos lleva a ver el concepto de la existencia “en sí” y la existencia “para otros”. Hay quienes, al no disponer de centro de gravedad siempre están dependiendo de los demás, de los valores externos, resultando huecos por dentro, llevados por el oleaje externo permanentemente siendo arrastrados como hojas por el viento y moviéndose con una mirada externa donde todo se ve plano, movidos por hilos externos y sin profundidad.


Con la mirada interna todo se dimensiona.


Es importante comprender los mecanismos de la fascinación que producen la pérdida del centro de gravedad.


Uno puede fascinarse por poca cosa, por una hormiga, una piedra, y mucho más por las personas, equivocándose y produciendo sufrimiento.


Así llegamos a ver que el problema es que el ser humano sufre por pequeñeces, no por grandes acciones y se frena todo. Además, al no poder sustentarse ese sufrimiento por nimiedades, mecánicamente se inventan “grandes problemas”, “enormes sacrificios”, “traumas dramáticos”, “tremendos inconvenientes”, etc. Todo inconsistente. No es poca cosa el poder superar las fascinaciones y ver claro. Este sufrimiento por pequeñeces confunde mucho a la gente a la hora de hacer lo que realmente quiere y realmente se frustra.

REFLEXION SOBRE UNO MISMO



Será útil entender con claridad que el "yo psicológico", el personaje que uno representa en el mundo, surge por una necesidad de darse a sí mismo una significación.

Por cierto es esta una tarea interesantísima pero que se degrada cuando se opta por el intento de adoptar una periferia, un "personaje" (forma sin contenido), una mascara de un hueco. 

Todo personaje esconde un conflicto. Un conflicto entre lo que muestra y lo que es; este conflicto deriva en "identidades" paralelas: una para sí y otra para los demás. 

Así surgen por ejemplo "el fanfarrón" con enorme inestabilidad interna, "el tigre... de papel", "el vivo autocompasivo"; es decir, el "yo psicológico", este disfraz, oculta (a medias) la frágil interioridad del individuo. 

La "personalidad" se forma en la vida de relación con esa disyuntiva de encerrarse o afuerarse. 

Ya que el Sistema puede formar a su gusto personalidades de pueblos enteros, así se infiltra dentro de la gente decidiendo que debe pensar, como debe sentir y donde debe actuar; diciéndole con las modas de moda que hay que ponerse, como disfrazarse, que representar a los demás, que prestigios perseguir; y también impone cual contradicción interna es la mejor para la época, una vez será la tuberculosis romántica, otras veces la sicosis, o los complejos de esto y aquello. 

La cultura en vez de dar respuestas y apoyos para la conciencia, da crisis de dudas insolubles y de conocimientos huecos. La educación individual se convierte en un simple lavaje cerebral de mediocres contenidos y de valores no pensados. 

Los temas tabú y los fetiches mentales desfilan por todas las aulas y en todas las infancias. El Sistema no hace otra cosa más que formar una falsa personalidad a su imagen y semejanza. 

Esto de poner al Sistema de por medio no es aleatorio, sino el asunto de fondo, ya que por ejemplo las historias de ermitaños y anacoretas, de esquizofrénicos y marginales, no son del todo realistas; ellas son en un momento expresiones de problemas sociales, que quizás se justifican como gesto de rechazo al mundo imbecilizante.

Esas imágenes de aislamiento o todas las actitudes de los tirabombas que con una explosión quieren cambiar el mundo, son surgidas -ambas- de la desesperación inestable de la misma opresión que quiere transformar. 

Para no extendernos mucho más, convendrá no olvidar al hacer una reflexión sobre uno mismo, un trabajo personal, que tanto la sociedad como la cultura en general forman parte estructural y condicionan poderosamente, ya sea a través de la familia, de los colegios, de la patria o en la calle.

El Estado -socioeconómico, moral, religioso, cultural y social- forma personalidades que poco tienen que ver con lo humano de mujeres y hombre.

Así que es de importancia una tarea esclarecedora a fin de discernir entre lo profundo y lo periférico, entre lo que direcciona y lo que desvía.

Los trabajos de reflexión sobre uno mismo pueden empezarse con prácticas metódicas o con la simple observación de las manifestaciones comunes, cotidianas, como son la habitual charla mecánica en donde se refleja el individuo en sus proyecciones, en sus carencias, en lo que trata de encubrir o de destacar, etc. 

Cuando se trata del Sistema, también se devela en lo que escribe en sus periódicos, en los discursos de sus héroes, en lo que oficializa y en lo que prohíbe, en los valores que propaga y en los que persigue. 

Ya sea por la observación del propio comportamiento habitual o en la investigación metódica, interesa descubrir la telaraña que rige la periferia a fin de evitar que una sociedad en fuga y un sistema opresor y deshumanizante destruyan toda posibilidad futura ahogando el espíritu.

Tanto individualmente como a nivel de especie. Esto exige de especialistas dedicados que efectivamente produzcan comprensiones profundas y ayuden hacia nuevos caminos. 

Finalmente nuestros trabajos internos son un gesto de autocrítica y autopreparación para actuar eficazmente en el mundo de los hombres, ya que hacer algo lejos de ellos es en rigor prepararse para nada y fugarse desde siempre.

martes, 29 de mayo de 2012

SEMINARIO SOBRE LA RECONCILIACION


SILOISMO




SIN CENTRO DE GRAVEDAD SE DEPENDE DE LOS DEMAS



Esto nos lleva a ver el concepto de la existencia “en sí” y la existencia “para otros”. Hay quienes, al no disponer de centro de gravedad siempre están dependiendo de los demás, de los valores externos, resultando huecos por dentro, llevados por el oleaje externo permanentemente siendo arrastrados como hojas por el viento y moviéndose con una mirada externa donde todo se ve plano, movidos por hilos externos y sin profundidad.

Con la mirada interna todo se dimensiona.

Es importante comprender los mecanismos de la fascinación que producen la pérdida del centro de gravedad.

Uno puede fascinarse por poca cosa, por una hormiga, una piedra, y mucho más por las personas, equivocándose y produciendo sufrimiento.

Así llegamos a ver que el problema es que el ser humano sufre por pequeñeces, no por grandes acciones y se frena todo. Además, al no poder sustentarse ese sufrimiento por nimiedades, mecánicamente se inventan “grandes problemas”, “enormes sacrificios”, “traumas dramáticos”, “tremendos inconvenientes”, etc. Todo inconsistente. No es poca cosa el poder superar las fascinaciones y ver claro. Este sufrimiento por pequeñeces confunde mucho a la gente a la hora de hacer lo que realmente quiere y realmente se frustra.

SILOISMO




LA EXPERIENCIA QUE DA ENERGIA... para romper muros y abrir ventanas



Cuando nosotros hablamos de trabajo interno y cuando nosotros hablamos de los principios, nosotros hablamos de herramientas que nos capacitan a entender. Pero cuando nosotros hablamos del trabajo con la fuerza, nosotros hablamos de experiencias que dan energía, que capacitan a uno a romper muros y abrir ventanas, energías...
A través de la historia estas energías se han manifestado. Esta energía ha sido la base de todas las religiones externas. Gracias a la experimentación de esta energía pueblos enteros se han civilizado; y entonces sucedió que las castas sacerdotales manejaron esa energía sentida por el pueblo.
Pero en verdad, esta energía está difundida por todo el mundo, y mucha gente la experimenta en diferentes maneras. Algunas veces, nosotros hemos sentido accidentalmente una gran alegría, que se ha elevado en uno y nadie puede explicárselo de ninguna manera. Tú, es probable que hayas sentido algunas veces una armonía extraordinaria. Todo esto son manifestaciones accidentales de la energía.
Cuando tú has sentido que la energía opera en ti, tú no has dicho yo estoy aquí y las cosas están allá, sino mas bien, nosotros estamos aquí, nosotros somos los mismo. La gente y las cosas, yo y el mundo, somos lo mismo. Cuando esta energía se expresa, nos pone en comunicación con todo, porque todo es también parte de la energía. Entonces nosotros comprendemos cosas no de una manera intelectual, sino de una manera que va mas allá del intelecto. Yo estoy con personas en este momento porque estamos participando de la misma energía, aunque no todos nosotros podamos conocer acerca de esto o no estemos sintiendo dicha experiencia.

LAS CREENCIAS


lunes, 28 de mayo de 2012

TRABAJO EN EQUIPO




Nosotros usamos esta forma de trabajo interno que es la forma de trabajo en equipo. Es diferente a la forma de trabajo individual, por supuesto.
En este nivel de trabajo nos interesa el trabajo en equipo que puede llevarse a cabo únicamente si se tienen en cuenta ciertos requisitos, ciertas condiciones.
Las condiciones de un buen trabajo de este tipo, son las de realizarlo siempre buscando afinidad, afinidad entre las personas que participan de eso. ¿por qué está dada la afinidad? No se sabe por qué está dada la afinidad, pero lo cierto es que uno encuentra más facilidad para trabajar con unos que con otros. 
Hay otro punto importante en esto y que tiene que ver con una cierta educación interna en la relación con el otro, a los efectos de una producción fluida. Tiene que ver con la aptitud de los integrantes de esa microestructura para distender la relación.
La cosa es muy interesante por cuanto, al trabajar por ejemplo en una hipótesis , surgen numerosos puntos de vista. Además de surgir numerosos puntos de vista -cosa muy útil por otra parte-, surge un cierto apasionamiento en la defensa del propio punto de vista. Y entonces, claro, se crea una cierta tensión entre los componentes.
Ustedes saben que el trabajo intelectual o la atención intelectual están grabados normalmente a ciertos tonos corporales. De eso hemos hablado en su momento, hace mucho tiempo, refiriéndonos precisamente al problema de las tensiones.
Ustedes saben bien que hay una atención tensa; si ustedes ponen mucha atención en lo que estamos diciendo en este momento, lo primero que registran es una cierta actividad de ustedes. Al principio creen que se trata de una actividad del propio pensar, pero si se fijan bien, esa actividad está ligada a una tensión corporal, diríamos a una tensión muscular.
Es más; si en este momento ustedes, que están tan atentos, tratan de aflojar las tensiones físicas, las tensiones musculares, va a ver que en realidad comienzan a hacerlo a partir de los ojos, a partir de la cara. Ustedes van aflojando esa tensión muscular al estar atentos y se produce un fenómeno un poco extraño, porque ustedes al aflojar esa tensión muscular mientras están atentos, comienzan a experimentar la sensación de que se desinteresaran del tema, como que se ponen a distancia del tema, como que se ponen a distancia del objeto en cuestión.
Entonces dicen que si aflojan la tensión muscular ligada a la atención, ustedes se van del tema, o porque pierden interés o porque su mente se hace un tanto calma y es como si en realidad bajaran de nivel. Pues no; ni bajan de nivel ni sucede que se alejan del tema; sucede que no tienen el registro de la tensión, el cual ha sido grabado fuertemente por la forma educativa del medio X, del que salen.

Así es que, atención y trabajo intelectual en general, están fuertemente ligados a este registro tenso. Y empieza a suceder una cosa muy diferente cuando se baja esta tensión muscular, por ejemplo en el caso de un trabajo en equipo.
Es baja la tensión muscular entre todas aquellas personas que son afines, se comienza a trabajar y entonces las ideas empiezan a ir y a venir con gran velocidad, acelerándose el trabajo intelectual y cobrando las relaciones un carácter de desapasionamiento.

De tal manera que todo puede ser aceptado sin oposición de barreras (no hablemos ya de barreras mentales), de barreras físicas, de las que ponen las tensiones musculares a la atención o a la productividad de la mente. 

Esto vale en general para todo esto de atender, y vale para el trabajo intelectual, y vale para este punto que estamos tratando ahora que es acerca de nuestra forma de trabajo en equipo, una forma de trabajo que no se refiere a lo externo del trabajo sino a lo interno y al sistema de relaciones internas. Y ese sistema de relaciones internas se hace fluido o no, en la medida en que se distiende el cuerpo.

Fíjense ustedes, al elaborar esas hipótesis ayer, como en determinados momentos registraban ese apasionamiento o esa fuerte búsqueda de una idea, y la registraban como tensión corporal. Esa tensión corporal por otras vías está ligada a lo que llamamos posesión, en general. A veces se trata de poseer las ideas, a veces se trata de poseer la situación, pero está estrechamente ligada una cosa con otra. Bien.

¿Cómo trabajamos en equipo? Trabajamos por afinidad y trabajamos en base a esos registros de distensión.

Entonces esto de esa forma de trabajo en equipo, se convierte no solo en una cuestión externa, formal, sino que se convierte en todo un trabajo interno. Cuando se trabaja en equipo se tiene muy a la vista y muy presente, este punto de lo que va pasando con uno en el sistema de relación.
Cuando se trabaja en equipo en el sistema no se que pasará, pueden pasar muchas cosas. Pero cuando se trabaja en equipo entre nosotros, éste es uno de los puntos de máximo interés; esto del aflojamiento de tales tensiones en la relación y esto del estar atento de un modo copresente, claro, no de un modo presente, estar atento a las distensiones internas mientras se realizan las operaciones. 
Claro, uno sale al sistema, se encuentra con cosas tan divergentes, tan extrañas, que bueno, ahí ya la cosa es muy distinta y se plantea en otros términos. Pero en nuestro trabajo tiene importancia esa forma de hacer las cosas.
Bueno; nosotros diferenciamos, dentro de un trabajo en equipo, distintos niveles de ese trabajo. Hablamos en general de tres formas básicas: las formas de la hipótesis, las formas de los aportes, las formas de las monografías.
Las hipótesis se estructuran sobre un tema dado; no sobre cualquier tema, sino contando con una raíz común sobre la que se asientan los distintos componentes de ese equipo. No sobre temas que no tengan nada que ver, eso está claro.
Las hipótesis siempre se desarrollan a partir de la fijación de un punto de vista, en ocasiones, o de un punto de interés en otras ocasiones. Pero siempre es necesario para el lanzamiento de cualquier hipótesis, la clara confección del punto de interés. Si este punto no está enmarcado, entonces este punto baila, se mueve, danza. Entonces pasa de un plano a otro, se desnivela y los componentes de ese equipo no tienen referencia.
Se fija el interés, se fija el punto de vista, se enmarca, por otra parte, el problema.
Una vez fijado el interés sobre un tema del cual se va a lanzar una hipótesis, recién entonces comienza a resumirse y a sintetizarse todo el material que tenga que ver con eso. Ustedes conocen por trabajos muy anteriores esto de los resúmenes y de las síntesis, y saben que hay diferencias entre esto de los resúmenes y de las síntesis. Pero acá ya estamos hablando de otra cosa, acá estamos hablando del lanzamiento de hipótesis; y decimos que el lanzamiento de hipótesis en un equipo parte con la fijación del interés e inmediatamente con esto de tomar la materia prima, resumirla y sintetizarla.
Las hipótesis no necesitan de ninguna demostración. Ese es un punto muy interesante para nosotros. No sabemos como trabajará la ciencia del sistema con sus hipótesis; a esos efectos no nos importa tampoco. Entre nosotros el lanzamiento de hipótesis es un lanzamiento de ideas sin fundamento. No tenemos ninguna preocupación por fundamentar ese lanzamiento de ideas. De manera que las ideas pueden ser totalmente extrañas; podemos modificar esquemas, podemos reorganizar la materia prima, podemos -eso es lo que podemos- experimentar mucha libertad en el manejo de tales ideas. Ese punto, es además, para nosotros, educativo. Se convierte en todo un sistema de ejercicios donde todo puede ser preguntado y desde cualquier punto. De manera que da a la mente mucha operatividad.



Se puede presentar una idea, se la puede dar vuelta, se la puede revertir, se la puede derivar, se puede hacer numerosos ejercicios. Observen ustedes, estamos hablando de hipótesis y sin embargo el interés parece que no estuviera puesto en la hipótesis en sí, sino en lo que va pasando con los miembros de ese equipo que trabajan en el lanzamiento de una determinada hipótesis. Si no fuera así, trabajaríamos como se trabaja en el sistema, con la mente puesta afuera y no adentro. Y si entendemos a los trabajos de equipo como internos trabajos de Escuela, entonces la cosa es bien diferente.
Tampoco pretendamos llevar esta forma de pensar afuera, cuando trabajamos en equipos del sistema. No, de ningún modo. Estamos hablando de lo que sucede internamente.
Bien. Estas hipótesis no requieren de ninguna fundamentación, de ninguna demostración. Pero vamos a observar una cosa interesante; le da la impresión a cualquiera de que entonces podría haber cosas fuera de tema o por el estilo. No. Esto no sucede, por la línea mental, por la dirección de este tipo de trabajo.
Observen que curioso este fenómeno y fíjense bien. Si en un equipo cualquiera de los nuestros, colocáramos a alguien del sistema para preparar con él el lanzamiento de una hipótesis, ¿qué registraríamos? Registraríamos de inmediato que su línea mental es divergente. No estamos hablando de que discuta o no, estamos hablando de que su línea no va al "esprit de corps", no va al cuerpo del conjunto. Su línea mental no va a incluir elementos como aporte al engrandecimiento común, sino que su línea mental -que no es complementadora en absoluto-, tiene inmediatamente el sabor diferenciador de la divergencia. Eso es una experiencia linda, desafortunadamente no tenemos gente del sistema que pudiera trabajar con nosotros, pero es una cosa muy simpática este registro que se hace cuando en un sistema de trabajo metemos un elemento tenso. Cuando metemos ese elemento tenso, ese elemento tenso crea un pequeño campo de perturbación. ¿Y por qué se caracteriza?, porque no puede andar al ritmo, al compás del conjunto. Entonces, necesariamente, las ideas ahí se atrancan; se formaliza esa tensión y esa tensión necesariamente es diferenciadora, es divergente. De manera que de inmediato se tiene el registro de la divergencia en cuanto a línea y no en cuanto a idea.
Como les decía recién, las ideas pueden ser de lo más extrañas. Las hipótesis más curiosas pueden surgir, y sin embargo vamos registrando la convergencia, la convergencia de las líneas mentales. No es difícil esto de captar. Y es muy interesante. Claro, acá no lo podemos hacer, pero cuando volvamos al mundo, algún día, traten ustedes de trabajar en equipo con otra gente y van a observar inmediatamente la divergencia. Entonces, por ejemplo, les van a decir a ustedes, sobre un tema muy nuestro, que tal señor opina tal cosa... divergencia. Que en el sistema se ha descubierto que un cierto aparato puede hacer de... divergencia, fuera de tema.
Porque el trabajo interno nuestro, las hipótesis de trabajo, la elaboración interna y demás, nada tienen que ver con las opiniones o con los avances que pudiera tener la llamada ciencia y todo aquello; nada tiene que ver.
Ese es el caso de las hipótesis en general.
Cuando hablamos de aportes, hablamos ya de una cosa diferente. Hablamos de la contribución que se hace a un conjunto, trayendo materia prima sobre un punto de interés común. 
Supongamos que en estos temas que estamos trabajando a estas alturas, habláramos de los mecanismos de memoria. Muy bien: vamos a hacer aporte sobre los mecanismos de memoria. 
Lo que va a suceder ahí es que varios de entre nosotros se van a poner a recoger material, y entonces van a hacerse numerosas pruebas, numerosos trabajos, se va a ir juntando materia prima y se va a arrojar esa materia prima al lagar de las elaboraciones; se va a trabajar con ella y se van a ir obteniendo distintas sustancias, por así decir.
Ese es el aporte, en general. Arrojamos materia prima a ese punto de interés común. Bien diferente es esto del lanzamiento de hipótesis infundadas, al aporte de materia prima sobre un dato dado. El aporte requiere más trabajo que la hipótesis, pero claro, no tiene la libertad imaginaria que puede tener el lanzamiento de una hipótesis. 
Cuando ya hablamos de producciones, tal es el caso de las producciones monográficas que ustedes conocen y demás. Estas producciones monográficas tienen también interés si son producidas en equipo, pero claro, acá no realizamos esas producciones monográficas. Estos equipos ya se estructuran por control remoto por así decir. Es decir, son gentes que pueden estar a miles de kilómetros de distancia, pueden estar en continentes distintos, pero están trabajando sobre un tema dado, han fijado el interés, se han repartido distintas franjas de ese tema y van haciendo sus particulares elaboraciones.
Esto nos presenta luego problemas de engrampe de los distintos enfoques que se han ido haciendo, los distintos trabajos dentro del mismo tema, y esto exige posteriormente todo un alisamiento de las diferencias y demás.
De manera que cuando se produce una monografía con sentido de equipo, la cosa es bastante más compleja y se acentúa esta dificultad por la distancia física. Es sumamente interesante esto de las monografías. 
En las monografías por supuesto se fija el interés, hay una estructura de hipótesis ya, y se lanza toda una demostración de eso que se pretende.
En los tres casos citados, de las hipótesis, los aportes o las monografías, la dirección del pensamiento siempre es convergente. Es aquello que se menciona en más de un lugar cuando se habla del engrandecimiento de la obra común; se tiene eso como en la copresencia. Se piensa siempre en sumar, en aportar, en contribuir; esa es la dirección. Y se registra bien lo que es la divergencia dentro de esa línea.
Hablamos ya de una forma muy elaborada y muy posterior, que es lo que podríamos considerar esas suertes de tesis doctrinarias.
Esas tesis doctrinarias ya nuevamente nos ponen en presencia del individuo. Son individuales. Exigen de este lanzamiento de hipótesis, de un conjunto de demostraciones, etc, y esta tesis debe aguantar, como si fuera un material sometido a distintos tipos de fuego, todas las oposiciones que se le hagan. 
Si esta tesis aguanta todas las oposiciones que se le hacen, entonces vale como aporte doctrinario. Porque ustedes saben bien que en esto de las producciones y de los aportes doctrinarios, esto no depende, no debe depender, no va a depender de una determinada persona o de un conjunto limitado de personas. Sino que un desarrollo doctrinario, por lo contrario, va a exigir que conjuntos más amplios de personas, vayan incorporando nuevos elementos y estructurando las cosas de otro modo. Eso vive a través del tiempo, lo otro no vive a través del tiempo.
Tiene importancia también todo esto que estamos conversando acerca de las formas de trabajo y demás, y hacia donde tiende, desde el punto de vista del trabajo interno, por cuanto el aporte doctrinario que van haciendo los conjuntos va al mismo tiempo desligando mentalmente de lo que consideramos dependencia sicológica en general. 

De manera que la dependencia sicológica no solo la vemos como caso particular de intermediación en la conducta con el mundo, según habláramos ayer. Sabemos que en el caso de conciencia ensimismada se pone un intermediario y él es el que comunica con el mundo. Bueno, claro, esto sucede en los liderazgos y sucede en todo ese tipo de franjas. Pero ahora ya no estamos hablando de una suerte de dependencia sicológica en cuanto a la relación con el mundo. No hablamos tampoco de una dependencia sicológica en materia estructural o en materia relacional interna nuestra. No; ahora ya estamos hablando de dependencia sicológica en lo que hace a la concepción doctrinaria misma, en donde poco a poco debe irse desprendiendo de individuos dados, esta referencia que hay hacia una determinada doctrina. No es difícil de captar la idea.

Y todos estos trabajos que vamos haciendo, nos van haciendo crecer internamente y tienden también a este punto de la independencia.
Pero claro, vamos sustituyendo un punto por un círculo, ¿no es cierto?, y entonces este círculo da su enmarque, claro que lo da. Pero el círculo va creciendo.
Ya estamos muy cerca de una suerte de cuerpo doctrinario interno que se va a ir formando con las contribuciones de esas tesis que van a aguantar todo tipo de pruebas. Y ese cuerpo doctrinario interno es el que va a decidir, en el futuro, cuando existan determinadas dudas en materia de doctrina. Hasta en el sistema conocemos esa suerte de cuerpos doctrinarios, preocupados por distintas cosas. Hay hasta academias de lenguas en donde un conjunto de personas, bueno, pues opina sobre el manejo del lenguaje y toda esa área de lenguaje se remite a ese cuerpo; y ese cuerpo tiene, no fuerza legal, ese cuerpo tiene una suerte de fuerza moral y su opinión importa, importa por la dedicación y el conocimiento que esas personas tienen en esa academia. Y sucede con muchas academias de ciencia y demás.
Claro, ellos lo ven a su modo; pero fíjense ustedes que función curiosa esa, la función de esos cuerpos cuya fuerza es prácticamente interna, es una fuerza moral, no es una fuerza administrativa, no es una fuerza burocrática. Es una fuerza moral de mucha importancia. 
Y para nosotros, ese cuerpo doctrinario, que va a contribuir fuertemente al desarrollo de la inteligencia interna, para nosotros va a tener también, seguramente, esa fuerza moral y no de otro tipo.
Ha sucedido a veces con las Escuelas de Sicología, en donde incluso diferencias entre el cuerpo administrativo de esa escuela ya decaída por el paso del tiempo, convertida por ejemplo en religión, las diferencias entre el cuerpo administrativo y ese cuerpo doctrinario por su fuerza moral y por su conocimiento interno. Así ha sucedido en algunas de lo que hoy podríamos llamar religiones, cuya raíz está en esas Escuelas de Sicología.

Bien. Ya ven ustedes la dirección, hacia donde lanzamos estos trabajos que tan ingenuamente aparecen primero como estos resúmenes que se hacen, estas síntesis, donde el trabajo es un tanto mecánico; resumir material dado, sintetizar sobre lo resumido. Es como para aprender mejor lo que ahí se presenta, pero vean ustedes la mecanicidad que tiene todo aquello en ese estadio, estadio interesante, de todos modos. Adiestra, prepara.

Pero luego empezamos ya a darle dinámica a todo eso y esa dinámica es coincidente con la dinámica de la presentación de los planteos mismos. Entonces comenzamos a hablar del lanzamiento de hipótesis, empezamos a moverlo todo. Empezamos a hablar del aporte de materia prima, empezamos a hablar de otro tipo de cuestiones, pero va apuntando a una forma de trabajo relacional entre nosotros muy diferente, y va apuntando también a la constitución de un cuerpo de ciertas características que va consolidando y estructurando los elementos doctrinarios, con total independencia de determinados centros manifiestos.
Ese es el punto que, ya que estamos en la cuestión de los trabajos de equipo, es el punto que quería destacar, para que se viera no solo la forma que utilizamos sino también la línea, la tendencia, la dirección a la que vamos con todos estos trabajos.
Si no se pierde de vista alguno de los elementos citados, las cosas entonces empiezan a funcionar más fluidamente. 

LA FUERZA INMORTAL






Sé que en mí hay una fuerza inmortal inconte­nible, hay un futuro luminoso, hay una fe, hay una esperanza, hay un crecimiento.

Este Ejercicio fue dirigido por Silo a los participantes de los Seminarios de España en 1980
Imagino que estoy muriendo... en ese estado de soledad, en ese inevitable estado de soledad, dejaré este mundo y estos seres queridos y las cosas que amo. Me perderé en el absurdo de la nada para siempre... Sé que estoy muriendo, y esto es inevitable... Toda mi vida pasa como un sueño y todo aquello que busqué, y aquello por lo que luché, quedará en el pasado como un sueño... sé que estoy muriendo. Pero también sé que hay en mí una fuerza inextinguible y también sé que nada ni nadie puede interrumpir mi paso, y sé que detrás de esa vida hay una puerta abierta hacia el futuro. Sé que en mí hay una fuerza inmortal inconte­nible, hay un futuro luminoso, hay una fe, hay una esperanza, hay un crecimiento.
Terminó el ejercicio.

No importa señores las creencias particulares que tenga ca­da cual respecto a la trascendencia, estamos experimentando con estas cosas y estamos diciendo que si ustedes creen que se mueren, y si us­tedes se representan su propia muerte, cosa bastante difícil, pero mas o menos y se representan su propia muerte y creen que todo se detiene, la cosa es grave y es sufriente, la respiración se comprime, en el mismo momento en que ustedes abren una ventana hacia el futuro, la respiración cambia, el espacio se ilumina, algo crece en ustedes, la fe se alimenta, se dinamizan internamente, esas son simplemente las consecuencias de este ejercicio, basadas en registros internos, no en teorías, ¿no es cierto?. Cada cual sabe que tal hizo esa cosa. Eso es todo.

sábado, 26 de mayo de 2012

LA CONCIENCIA SE LIBERARA DE LAS ATADURAS QUE LA LIMITAN COMO EL TRABAJO Y LAS LIMITACIONES DEL CUERPO



En los últimos siglos la visión positivista ha reducido al Ser Humano a un organismo, a un animal racional, a algo que nace, crece, se capacita, trabaja, se reproduce, se enferma y muere. Tu vas a tu oficina y te sientas junto a un compañero de trabajo, que sientes del otro? Sientes que el nació, que creció, que se capacitó, está trabajando contigo, tiene hijos (se reprodujo), está enfermo o se puede enfermar y puede morir o necesariamente va a morir. Eso que sientes es la visión que tiene el sistema del Ser Humano: es un organismo que nace, crece, se capacita, se reproduce, trabaja, se enferma y muere.
El real Ser Humano, ese que va hacia el infinito, ese que descubre y manipula el átomo, ese que transforma el universo en bits, ese que decodifica y puede manipular a su antojo el código genético y con eso trasformará aún más su naturaleza, ese que cuando se le dice que la técnica genera desempleo está dispuesto a reestructurar la organización social para liberar al hombre del trabajo y permitir que la tecnología siga su desarrollo, ese que se rebela de sólo ser considerado un animal racional que nace, crece, se reproduce, se capacita, trabaja, se enferma y muere; ese que mira su cuerpo y lo considera una antigüedad primitiva para el desarrollo de su conciencia, ese que se rebela ante la muerte, ese ser humano que aún no define la filosofía, ni la sicología, ni las ciencias sociales, .... ese ser humano, el real ser humano, ese ya está apareciendo. ¿Ese ser humano va a cometer errores? Por supuesto que va a cometer errores, pero no podría ser de otro modo, ese proceso no va parar de ninguna manera. Así las fuerzas antihumanistas intenten frenar estos procesos, ... esos procesos se van a abrir paso. la conciencia humana se va a librar de muchas de las ataduras que hoy la limitan: el trabajo, las limitaciones del cuerpo.

EL CAMBIO EN LAS CABEZAS DE LA GENTE QUE SE AVECINA



Se esta necesitando muchas cosas, se esta necesitando acabar con el hambre, se esta necesitando. si, si, pero eso no se va a resolver por las vías cotidianas, se va a resolver cuando se modifiquen las estructuras mentales. Se van a modificar porque los políticos sean de derecha o sean de izquierda, piensen de un modo o piensen de otro, o que los economistas hagan una cosa o hagan otra, porque la tecnología de hoy estaría en condiciones de acabar con el hambre, se decida con los poderes establecidos acabar con el hambre, no, no va a ser por ahí. Claro que hay condiciones, pero nada de eso se va a poner en marcha sino saltan ciertos resortes en la conciencia de la gente. Claro que hay condiciones tecnológicas, no va a poder funcionar de todos modos, aunque haya condiciones tecnológicas, en la cabeza de la gente. Se les esta trabando todo. Es en la cabeza de la gente el cambio que se avecina. Es básicamente en la cabeza. De consecuencias enormes. Imaginen si cambia la conducta de una persona, cambia el modo de pensar de una persona, hay que ver las cosas distintas que hace. Eso que hablábamos de los que ocupan la torrecilla. Demasiado tiempo la torrecilla de la conciencia social ha sido ocupada por imágenes no adecuadas. Demasiado tiempo. Eso te digo Pedro. Demasiado críptico, demasiado misterioso. Y bueno Pedro, es el modo en que se expresan estas cosas. Tienen que ser un poco misteriosas si no, no se entienden.

miércoles, 16 de mayo de 2012

La compensación de la traición son las falsas esperanzas



LAS FALSAS ESPERANZAS. 
Una vez en la vida o cada tanto tiempo, uno tiene que consultarse: ¿qué quiero, qué dirección le quiero dar a mi vida, cuál es mi “destino mayor"?
Las trabas que pone el sistema hacia eso conforman en síntesis muchos de los problemas de imagen de sí.
Todas las falsas esperanzas son del sistema y cuando uno proyecta su vida como que su desarrollo personal depende de la pareja, la guita, la familia, las amistades, se va a traicionar.
Así que para trabajar la traición va a tener que reconocerse fracasado, ¿pero fracasado en qué?, ¿en qué ha basado sus expectativas vitales, en falsas esperanzas, en otro?
Eso jamás va a resultar, porque ha basado su proyecto vital en el proyecto del otro, eso es cosificarse y cosificar al otro.
     La compensación de la traición son las falsas esperanzas.
     Y la mayor de las traiciones es no reconocerse, individuo con infelicidad capaz de transformarse. Y lo primero que hay que transformar es la dirección que uno tiene. Ahí aparece la resistencia: ¿si uno transforma o se dedica a trabajar la traición, el temor o la dirección, tiene que destruir todo lo que ha construido?
     No es así, uno al trabajar eso direcciona nuevamente todo lo que ha construido. Lo que no interesa lo deja, pero lo que interesa continúa.
     Si nosotros como conjunto humano, como individuos dentro de un conjunto humano, no avanzamos más, es porque no sabemos lo que valemos. Realmente no lo sabemos.
     Uno descubre que su destino mayor tiene que ver con el sentido de la vida, que es de uno hacia otros.

SILOISMO



viernes, 11 de mayo de 2012

1976 / ¿Qué es lo que define un alto nivel de conciencia?



Dadas las características que hemos anotado en torno a los niveles, la presencia de un alto nivel de conciencia tendrá que ver con un mejor y mayor funcionamiento de los mecanismos de reversibilidad -se trate de que estos objetos sean más brillantes o no sean más brillantes, sean más destacados o no mas destacados-; se trata en todos los casos de que la actitud de la conciencia es más reversible, se registra con mayor efectividad el funcionamiento de su propia mente y el funcionamiento de los objetos y las referencias que estos objetos tienen con el propio pensar. 
Y sí es observable, que al salir de ciertos momentos, al salir de estos trabajos con la luz interna, sí es observable, que hay una estructuración ya diferente de la reversibilidad, y se establecen relaciones de otra naturaleza. La mente se registra como más amplia y como más comprensiva, y con mayor capacidad. Y claro, esto está acompañado de esa curiosa organización perceptual, en donde los objetos son más brillantes y son más destacados y son más nítidos: pero no es aquello lo que define el alto nivel. Sino lo que define el alto nivel es la estructuración de la reversibilidad y la aptitud para el enlace y para las relaciones más complejas de la conciencia. Eso es lo que define al alto nivel y no este hecho vistoso de que los objetos adquieren características más relevantes.

jueves, 10 de mayo de 2012

1980 / Una respuesta que contribuya a la libertad del espiritu


Las épocas que vienen son épocas de confusion, épocas de desorden, épocas de problemas y la gente esta necesitando una respuesta y debemos darles una respuesta. Esta bien, la gente esta necesitando una respuesta... pero cuando damos una respuesta, esa respuesta para muchos se convierte en dogma y esa respuesta no es de ninguna manera el resultado de registro interno. En ese problema estamos nosotros. Estas son épocas que necesitan respuesta, no cabe duda. Es necesario dar respuestas. Como va a ser esa respuesta? Va a ser una respuesta que facilmente se nos conviertan en dogma? O va a ser una respuesta tal que permita al otro ser humano ubicarse a encontrar él su respuesta? Como va a ser la cosa? Ese es el punto. Una respuesta es mas fácil... va rapido, no hay que pensar mucho. Una respuesta, y ahi esta. Es mas útil, pero no se si contribuye a la libertad del espíritu.

lunes, 7 de mayo de 2012

1976 / NECESIDAD, DESEO, POSESION



Nosotros distinguimos entre posesión y deseo. Nosotros distinguimos entre necesidad y deseo. La necesidad es algo ineludible y se parece bastante al mismo registro animal que hemos ido descubriendo en otros niveles. La necesidad se parece a la sensación. La necesidad, en el caso del temor, se parecería no a esto sicológico del sufrimiento interno; referida al temor se parece también a esta sensación del susto ante el peligro. No hay problemas con la necesidad. No hay problemas con el mecanismo del susto. No hay problemas con la sensación en este sentido. Allí están, al servicio del ser humano, para que éste se movilice y procese. Para eso están los mecanismos del temor frente al objeto amenazante, al servicio del ser humano. Y también está la necesidad, al servicio del ser humano, para que se movilice y entonces cumpla con sus forzamientos más inmediatos para llevar adelante su vida. Y sí, no hay mayor problema sicológico, con esto de la necesidad.
Sí lo hay con esto del deseo, que se parece también bastante, en el otro plano, a lo del temor sicológico.
El deseo está lanzado a la búsqueda de objetos, así como la necesidad está lanzada a la búsqueda de objetos. Y cuando se satisface la necesidad, la necesidad cesa. También el deseo, aunque es imaginario, puede cesar cuando determinadas necesidades que lo impulsan de trasfondo, cesan. Y entonces el sujeto, que ha expresado alguna necesidad, ahora ya no experimenta deseo. Parece que muchas veces el deseo también desapareciera cuando se cumple con una necesidad. 
Hay deseos que no desaparecen, de todos modos, porque hay ciertos objetos que no pueden ser poseídos, y entonces el deseo continúa y continúa, y la imaginación sigue trayendo problema. Pero hay algunos momentos en que registramos que el deseo está acicateando a la mente. Y que este deseo de pronto es satisfecho y desaparece como tal. Este deseo es fluctuante; este deseo a veces aparece, a veces desaparece.
¿Y qué hay más abajo del deseo, y qué hay más abajo de la necesidad?. Algo, que de ningún modo desaparece. Detrás del deseo y detrás de la necesidad está sin duda, la posesión. Porque puede ahora uno no experimentar deseo por un determinado objeto, porque ese objeto está presente; uno posee a ese objeto, físicamente. Pero claro, puede perder ese objeto. Y como siempre existe la posibilidad de pérdida del objeto, siempre está presente ese registro de posesión.


Y basta ver como se comporta una persona cuando no tiene deseo por un objeto, pero alguien pone en peligro su posesión. Resulta que ahora la relación es con otra persona y ya no experimenta por esa otra persona ningún deseo, pero sigue experimentando por esa otra persona, posesión.
Y la posesión se traslada y no se trata sólo de posesiones físicas; hay posesiones morales; hay posesiones mentales; hay posesiones ideológicas; hay posesiones gésticas; hay posesiones rituales. Hay posesiones de todo tipo y todo aquello está, siempre, comprometiéndome con los objetos. De tal modo que basta que algo entre en el campo de la posesión de esos objetos que detento, para que mi posesión, que siempre está trabajando, se active con más fuerza. La posesión no cesa, y sí puede cesar el deseo.
El deseo tiene características no tan corporales, no tan físicas como la posesión. Uno puede desear lograr algunas cuestiones espirituales, diferente al registro físico de querer poseer algo espiritual. Observen qué sucede en el propio cuerpo cuando se desea simplemente, o cuando se posee, o cuando el deseo es por poseer. Y siempre el deseo tiene que ver con la posesión, que es su raíz.

Más abajo del deseo está esta posesión y tiene fuertes connotaciones físicas y fuertes registros físicos. Y este registro de la posesión tiene que ver con la tensión. Y se sabe que se está deseando poseer algo porque se registra una particular tensión. Y cuanto más fuerte es ese deseo de posesión, más fuerte es la tensión.
Y claro, uno se agarra a los objetos, uno se agarra a la vida, uno se agarra a las cosas; y se agarra con las garras, con las manos. De tal manera que no suelta uno esas cosas, y esto de no soltar cosas, esto, trae registros de tensión.
¿Recuerdan ustedes las viejas experiencias de aquellos antiguos que trabajaban en sicología animal? Estos antiguos notaron una diferencia grande entre el mono y el hombre. Una de las diferencias más notables con respecto al tratamiento de los objetos era ésta: allí estaba un mono en su jaula, afuera de la jaula había una banana; el mono tenía un palo, una caña y había además entre la jaula y la banana una canaleta; el mono entonces empujaba la banana, y la banana caía en la canaleta, el mono recogía la banana. pero cuando la canaleta estaba detrás de la banana y no entre la banana y la jaula el mono tenía problemas; porque bastaba con que el mono, en lugar de traer la banana, la empujara fuera de sí, lejos de él; con que, por un acto de soltura, se desposeyera más de la banana, para que la banana cayera por la canaleta. Pues bien, el mono nunca pudo hacer eso. El mono siempre acercó a la banana, y claro la banana no cayó en la canaleta y el mono ahí estaba en la jaula tratando de atrapar la banana, y esto era mucho problema para el mono.
Seguramente el hombre, y ésta es la diferencia fundamental, tiene esa aptitud sobre las otras especies para soltar; tiene aptitud para alejarse de los objetos; tiene aptitud para desposeerse. Hay algo en la estructura de la mente ya a nivel humano, algo que está preparado para que esta mente se libere de la posesión objetal. Y esta diferencia es grande ya, entre el ser humano y el mono. Pero es claro, el estadio de la mente humana es aún muy joven y esto seguramente puede hacerlo con la banana, pero no puede hacerlo con otras cosas. Y si lo hace con la banana, en todo caso es porque ha comprendido el truco que significa alejar la banana para que la banana vuelva. Ese es el truco del boomerang.

Algunos primitivos lanzan un objeto, para que el objeto vaya y vuelva, si no toca la presa; o bien vaya, liquide a la presa, pero la liquida a veces por su vuelta, a veces por su ida. De todos modos, esta especie de ahorro de energía que hace el que dispara, tiene que ver también con esto del alejamiento de sí.
La mente humana seguramente es muy joven y todavía está muy ligada a la posesión. Pero según se ve en estos procesos y según se ve en el avance mismo de la mente individual, se avanza sobre todo cuando la mente es apta o es capaz para desposeerse. Entonces sucede que la mente no registra tensión, entonces sucede que no hay registro físico de tensión, entonces sucede que no hay registro físico de tensión, entonces sucede que los músculos no son necesarios con respecto a los objetos en el sentido de la posesión.
Hay un deseo activo, y hay un deseo satisfecho, sin duda. Pero siempre hay una posesión que actúa presentemente.