lunes, 13 de diciembre de 2010

1989 / La gente pide referencias internas


Puede ocurrir en estos próximos tiempos, inmediatamente, que se produzcan fenómenos colectivos, fenómenos sociales, de ese tipo, donde cada uno crea, que está en su propio problema, y los conjuntos se muevan, gracias a que cada uno cree que está solucionando su problema.

Pero sí se que alrededor nuestro, la gente está pidiendo una referencia, aunque no parezca.

Las referencias que la gente pide no son políticas ni sociales. La gente pide referencias internas, quiere saber qué hacer con su vida. Su vida no está aislada, está relacionada con otras personas. La gente quiere saber qué hacer con su vida y también quiere saber que va a pasar con las otras personas. Pero aunque esto se vea como conjuntos de personas, no tiene por que verse como un tema político. Cuando uno ve muchas personas que van detrás de una idea, tiende a pensar que se trata de un fenómeno político; sin embargo puede tratarse de un fenómeno personal, que comparten muchos.

Por ejemplo cuando una persona dice "Tengo un problema personal". Uno dice "Bueno, es un problema individual, suyo. De usted, sólo de usted". "Lo personal siempre es algo muy reducido".

Si yo digo "Hay un problema con la gente", entonces se puede opinar "¡Ah! no es un problema personal, es con la gente". Y ¿qué pasa cuando toda la gente piensa que tiene problemas personales? ¿Qué pasa cuando la gente dice: "A mi no me interesa la política, no me interesa lo social ni me interesa lo conjunto. Me interesa mi problema?" "Si un millón de personas dice eso, es un millón de personas, preocupadas por lo personal. Eso es muy extraordinario. Por que se supone que lo personal es individual, aislado, separado y de a uno solo.

Miren que extraordinario, por ejemplo, lo que sucede con las religiones. En las religiones, cada persona, cada uno piensa, supongamos, en ir al cielo. Esa persona no piensa en irse al cielo con todos los demás. Cuando él se muere, no piensa que se lleva al planeta Tierra, al cielo, no. Se muere, él solo, y él hace las cosas para que cuando él se muera, pues, siga bien. En su cabeza está planteado en términos personales. Su salvación no está planteada en términos colectivos.

Y de pronto, cinco millones de personas van a la Meca, por ejemplo. Cientos de miles de personas hacen una procesión conjunta. ¿Y eso qué tiene que ver con la salvación personal? Así son de raras las cosas. Es tan raro eso como pensar que, si todo el mundo anda con lo personal, pueden producirse fenómenos colectivos muy importantes, donde cada uno se siente un individuo aislado.

Puede ocurrir en estos próximos tiempos, inmediatamente, que se produzcan fenómenos colectivos, fenómenos sociales, de ese tipo, donde cada uno crea, que está en su propio problema, y los conjuntos se muevan, gracias a que cada uno cree que está solucionando su problema.

Las cosas funcionaban de otro modo hace décadas atrás. Décadas atrás, se agrupaba la gente de una clase social, por ejemplo. Se hacían discursos y se decía, por ejemplo, "nosotros los burgueses" o "nosotros los proletarios", por ejemplo. "Nosotros los trabajadores de las minas de carbón ", por ejemplo. Había reclamos, sindicales, de clase. Reclamos de ese tipo siempre va a haber y es muy interesante. Pero lo que estoy diciendo es que esa era la forma, la única forma, ¿eh?, en que la gente se movía.

Es muy distinto a lo que estamos diciendo, que es probable que ocurra, inmediatamente. Vamos a leer el diario y vamos a decir: "Eso, no puede ser"

No hay comentarios:

Publicar un comentario