Tal estado permite colocarse frente a las contradicciones en otra situación mental. En ese sentido, el esfuerzo por el logro y consolidación de la conciencia de sí cumple en el mejor sentido con la formación de actos unitivos, centrípetos. La unidad que progresivamente va dando la conciencia de sí es la que internamente se registra como la formación de un “algo” nuevo en uno, de un centro de gravedad en torno al cual se despliega el quehacer vital. Ese es el sentido del trabajo. A partir de ese punto (a partir de la conciencia de sí) se puede hablar de desarrollo. Recalquemos esto de otro modo. Si se nos pidiera que explicáramos en pocas palabras a que tiende el trabajo, diríamos que tiende a Eliminar el sufrimiento mediante la unidad interna que da la conciencia de sí. No hay problema en torno a la supervivencia tras la muerte que puede ser resuelto sin tener en cuenta la formación de un campo unificado, o de un “algo” interno que barra con las contradicciones desintegradoras.
Es a partir de la consolidación de la conciencia de sí, que las exteriorizaciones de campo adquieren sentido conciente. El centro superior puede ser movilizado crepuscularmente en forma accidental, pero tales casos no dan unidad interna ni permiten evolucionar. La activación del centro superior mediante trabajos concientes parte necesariamente de la conciencia de sí. De ese modo, se está trabajando para el hoy y para el mañana. Si solo se aceptara el beneficio de la unidad interna y el progreso sicológico sin considerar posibilidades ultra-mundanas, se habría ya ganado terreno, pero nosotros vamos más allá de lo simplemente sicológico, porque nos interesa ganar la inmortalidad.
El doble sin conciencia superior, es una suerte de conglomerado energético que sin sillar físico se desintegra. Tal vez advirtiendo esto, los antiguos consideraron al alma como sustancias de naturaleza distinta al espíritu, siendo este el principio organizador de aquella.
El doble sin conciencia superior no posee centro de gravedad. El trabajo consiste, por consiguiente, en la unificación y dirección del doble mediante una conciencia superior que poco a poco debe irse formando en el interior del ser humano. Existe un tipo de aceleración y carga en la circulación del campo energético. tal es el caso de la fuerza.
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