La movilidad estructuradora de la conciencia la habilita para ampliar sus intereses, para incorporar nuevos fenómenos para su comprensión y para diferenciar nuevamente en niveles más complejamente estructurados.
La movilidad de la conciencia se explica solamente en tanto estructura con el mundo y en cuanto diferencia y relación en tal estructura, lo cual, además, nos evidencia la ampliación creciente de tal estructura.
Si ahora se considera al fenómeno en general (incluso a la estructura conciencia-mundo como fenómeno) es evidente que sólo puede apreciarse la movilidad y en ella sólo “momentos” de detenimiento, que pueden reducirse a variaciones en el transcurrir, diferencias en el transcurrir.
La diferencia más amplia en la abstracción del transcurrir del fenómeno es el concepto de “Ser”. El “no-Ser” surge como diferencia de la diferencia más amplia. Ser y No-Ser aparecen como atemporales y en ello se delatan como momentos abstractivos máximos.
Por tanto, cuando se habla del ”Ser”, debe destacarse que en términos lógicos se está haciendo referencia a una abstracción, y que en términos psicológicos se está mencionando al “objeto” más amplio de compensación estructuradora de la conciencia en el mundo.
Las abstracciones más amplias se refieren al Ser y su comportamiento da lugar a lo que se enuncia como Fundamentos o Principios del pensar lógico.
En base a los Principios aceptados se formulan Leyes Generales que deben tener, obviamente, menos amplitud que los Principios, aunque la mayor extensión posible a fin de ser aplicadas a los fenómenos más diversos. Los Principios y las Leyes Universales deben servir al fundamento y desarrollo de la Ciencia.
En cuanto al Método, es ocioso discutir aquí la deducción, la inducción, etc. como insatisfactorias y no coincidentes con las operaciones del pensar lógico estructural riguroso. Veamos en cambio el Método Estructural, basado en el comportamiento de la estructura fenómeno-experiencia, que es un modo diferente de referirse al Método en tanto expresión de lo real. El Método no es sólo un encuadre formal que sirve para ordenar el pensamiento frente a un problema dado, sino que es expresión de la dinámica estructural de la realidad.
El Método, por último, está movido como realidad misma por el fenómeno que se da en el momento temporal y en la extensión.
Extensión y momento sirven de encuadre al fenómeno.
En la aplicación del Método, el interés fija el ámbito y la conciencia analiza, complementa y sintetiza, siendo el interés movido, a su vez, por la relación conciencia-fenómeno.
Todo fenómeno en proceso va operando (al igual que el Método) por diferencias internas, por relaciones entre las diferencias y por síntesis más complejas, eliminando los elementos de cualidad inferior.
La movilidad de la conciencia se explica solamente en tanto estructura con el mundo y en cuanto diferencia y relación en tal estructura, lo cual, además, nos evidencia la ampliación creciente de tal estructura.
Si ahora se considera al fenómeno en general (incluso a la estructura conciencia-mundo como fenómeno) es evidente que sólo puede apreciarse la movilidad y en ella sólo “momentos” de detenimiento, que pueden reducirse a variaciones en el transcurrir, diferencias en el transcurrir.
La diferencia más amplia en la abstracción del transcurrir del fenómeno es el concepto de “Ser”. El “no-Ser” surge como diferencia de la diferencia más amplia. Ser y No-Ser aparecen como atemporales y en ello se delatan como momentos abstractivos máximos.
Por tanto, cuando se habla del ”Ser”, debe destacarse que en términos lógicos se está haciendo referencia a una abstracción, y que en términos psicológicos se está mencionando al “objeto” más amplio de compensación estructuradora de la conciencia en el mundo.
Las abstracciones más amplias se refieren al Ser y su comportamiento da lugar a lo que se enuncia como Fundamentos o Principios del pensar lógico.
En base a los Principios aceptados se formulan Leyes Generales que deben tener, obviamente, menos amplitud que los Principios, aunque la mayor extensión posible a fin de ser aplicadas a los fenómenos más diversos. Los Principios y las Leyes Universales deben servir al fundamento y desarrollo de la Ciencia.
En cuanto al Método, es ocioso discutir aquí la deducción, la inducción, etc. como insatisfactorias y no coincidentes con las operaciones del pensar lógico estructural riguroso. Veamos en cambio el Método Estructural, basado en el comportamiento de la estructura fenómeno-experiencia, que es un modo diferente de referirse al Método en tanto expresión de lo real. El Método no es sólo un encuadre formal que sirve para ordenar el pensamiento frente a un problema dado, sino que es expresión de la dinámica estructural de la realidad.
El Método, por último, está movido como realidad misma por el fenómeno que se da en el momento temporal y en la extensión.
Extensión y momento sirven de encuadre al fenómeno.
En la aplicación del Método, el interés fija el ámbito y la conciencia analiza, complementa y sintetiza, siendo el interés movido, a su vez, por la relación conciencia-fenómeno.
Todo fenómeno en proceso va operando (al igual que el Método) por diferencias internas, por relaciones entre las diferencias y por síntesis más complejas, eliminando los elementos de cualidad inferior.
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