domingo, 20 de febrero de 2011

1975 / Sobre la búsqueda del objeto


Creo que nuestro gran problema es que todos buscamos objetos, y que algunos pueden no buscar objetos, pero pueden buscarse completarse internamente. Esa búsqueda también trae contradicciones, hay quien se considera incompleto internamente, entonces hace fuerza por integrarse internamente, por ser completo en sí mismo. Si alguien busca objetos afuera, o sea que busque completarse internamente, de los dos modos sufre contradicción.

En general los buscadores de las cosas espirituales o la conciencia mística o buscan a Dios o buscan estar completos, iluminados. El Buda planteó ese mismo problema y explicó que para lograr la iluminación no había que buscar la iluminación; pero entonces ¿cómo uno va a lograr una cosa si no la busca?. Es que nosotros no buscamos lograr una cosa, nosotros no planteamos esto en sentido posesivo, nosotros no decimos que haya que tomar algo para integrarlo, que haya que tomar objetos para tenerlos; nosotros decimos otra cosa: hay que suprimir la contradicción, suprimir el sufrimiento.

Nosotros definimos nuestro Trabajo no como de mano llena, sino como de mano vacía. Ustedes saben cómo se cazan algunos monos: se coloca arroz en un tronco de un árbol con un orificio pequeño, entonces el mono mete la mano en el agujero, toma el arroz y entonces no puede sacar la mano, él ve que lo van a cazar, pero no quiere soltar lo que tiene en la mano. El mono sufre una gran contradicción.

Nosotros decimos de soltar las búsquedas internas. Nosotros no nos rendimos ante el dolor, a nosotros nos preocupa salir de la contradicción, entonces esa preocupación no está en adquirir cosas, sino en dejar mentalmente cosas. Tu puedes tener cosas en la vida cotidiana, pero tú no estás buscando llenarte de cosas. A ti te pueden interesar mucho los fenómenos superiores de conciencia, pero si tú buscas esos fenómenos de conciencia, te creas mucho dolor interno. Parece que se lograran cosas haciendo el vacío y no llenándolo. Tú lograrás más atención cuando trates de lograr un vacío de tu mente y no cuando la contemplas sobre un objeto, así sucede con muchos fenómenos.

En general nosotros estamos habituados y educados a lo opuesto, estamos acostumbrados a tomar, no sólo objetos sino personas. Nosotros queremos tomar los sentimientos de las personas, queremos ser queridos, nosotros queremos ser reconocidos, queremos ser amados. La misma forma nuestra de amar es una forma posesiva. Nosotros amamos con violencia, no se nos ocurre cómo podríamos amar sin cierta violencia, pero para todo hay formas.

Está bien que nosotros conozcamos cosas, que nos informemos acerca de cosas, uno puede informarse de muchas cosas, pero no pueden imponerse creencias de que nuestra información soluciona los problemas, en general la gente de formación intelectual cree que el acumular datos soluciona sus problemas internos, en realidad soluciona muchos problemas de la vida diaria, es gracias a la experiencia social acumulada, es gracias a que la gente que ha ido trabajando con datos, con técnicas, que la humanidad ha ido removiendo muchos problemas, nosotros no podríamos estar hablando acá, si muchas generaciones no se hubieran esforzado en elaborar un lenguaje, elaborar por último la ropa que usamos.

De ninguna manera descalificamos el esfuerzo humano por solucionar los problemas inmediatos. Nosotros estamos diciendo simplemente que el Trabajo Interno puede no ser similar al trabajo que se hace en la naturaleza, en el sentido que nosotros estamos acostumbrados a la lucha con la naturaleza, con las leyes naturales, y está bien, así se mueve la humanidad.

Pero puede ser que esa forma no sea adecuada para el Trabajo Interno; entonces nosotros distinguimos muy bien en todo el trabajo que se hace en la naturaleza, en la vida diaria, y la actitud mental que se tiene sobre las propias contradicciones. Si la naturaleza nos impone lucha y todo ese fenómeno de alteración, tal vez la compensación de todo eso deba buscarse en la quietud interna.

Nosotros somos muy amigos de generalizar y de creer que las leyes son iguales para todos los fenómenos universales, pero tienen distintos planos de aplicación, en el plano de lo interno, no parece válido el sentimiento de posesión, en la lucha con la naturaleza parece imprescindible la posesión.

Lógicamente que el sentimiento de posesión, puede tener un carácter más social que individual, a medida que las sociedades avanzan el sentimiento se va haciendo más social que individual, pero en materia de Trabajo Interno no vemos este progreso, no vemos esta evolución. Nosotros con nuestra conciencia individual, con nuestro yo individual, filtramos todos los datos que vienen del mundo, o interpretamos al mundo según ese filtro, y las cosas pueden ser muy diferentes a las que filtra nuestro yo.

Hay algunos que han llegado más lejos todavía y han creído que su yo debe ser inmortal, imagínense ustedes que aburrido puede ser vivir varios millones de años con ese mismo yo, con ese yo individual, si para colmo es un yo en contradicción y sufrimiento.

Cuando ustedes por algún accidente han experimentado una alegría muy grande -súbita- o han experimentado una comprensión muy grande, también de las cosas esos fenómenos súbitos de gran emoción o de gran comprensión, observen ustedes que en esos casos no han pensado en su yo, da la impresión que hubiera sucedido otra cosa, que el yo hubiera desaparecido. Ustedes no se han dicho en ese momento: ¡qué me esta pasando!. Ustedes más bien han contemplado y han sentido esa experiencia y cuando ustedes se han puesto a pensar qué es lo que les está pasando, tal fenómeno ha desaparecido.

No sabe si el fenómeno desaparece porque aparece el yo, o a la inversa, lo cierto es que este fenómeno es incompatible con el yo sicológico. Ustedes sin embargo pueden decir que han tenido esa experiencia, pero saben que esa experiencia no es la misma que tienen con el yo sicológico. Esa experiencia no es posesiva, esa experiencia es muy amplia, como universal, esa experiencia ni siquiera la atribuyen a ustedes y tiene la emoción que esa experiencia debería estar comunicada a toda la humanidad, cuando ustedes realmente la han sentido.

Estamos hablando entonces de un fenómeno notable para la conciencia humana, en donde el yo posesivo no aparece, en donde no aparece la búsqueda y algo se produce, y cuando queremos producirla no funciona, tampoco se logra por eso de buscarlo.

Si nosotros buscamos sentirnos bien, es probable que no lo logremos, si en cambio nosotros, esta tensión emotiva que tenemos por estar juntas varias personas, tratamos de disiparla internamente, de relajarla, de aflojarla, en realidad no estamos tratando de adquirir cosas, en realidad no estamos pensando en sentirnos bien, estamos pensando simplemente soltar las tensiones emotivas y si podemos trabajar con la mano vacía; Nosotros no buscamos sentirnos bien, nosotros buscamos aflojar esta tensión, entonces nos sentimos bien por añadidura. Ese es el sentido del Trabajo, y no es un renunciamiento ni es un sacrificio, ni es una autoeliminación. ¿Entienden aproximadamente la idea?.

No mucho más, salvo el gusto de haber estado con ustedes.

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