miércoles, 25 de mayo de 2011
1972 / LEYES
EXORDIO DEL PODER JOVEN (Fragmento)
JAQUE AL MESÍAS / 1
JAQUE AL MESÍAS / 2
JAQUE AL MESÍAS / 3
JAQUE EL MESÍAS / 4
PERSONALIDAD
jueves, 19 de mayo de 2011
1992 - ¿QUIEN MANDA EN TU VIDA?
Si yo planifico mi accion para cinco años y la planifico de acuerdo a mis gustos, a mis compulsiones me va a resultar un cuadro distinto si planifico teniendo por mira el tema de donde voy a ser mas efectivo y donde voy a desarrollar mas influencia, creo que cambia mucho, creo que cambia mucho.
Y ya no estoy hablando de una actividad estrictamente movimientista, estoy hablando de un sentido de vida que tiene que ver con los planteos del Movimiento, estoy hablando de una cosa muy coherente, muy coherente, que tiene que ver con los planteos en los que estoy, con las actividades en la que estoy y donde lanzo mi vida, entonces la actividad vital no es una cosa que tenga que ver..., cuando ese tipo que viene vencido y dice "ahora me voy a dedicar a mi vida", él está pensando que ahora se tiene que conseguir la frigidaire, ponerse unas pantuflas, acariciar al perro, el está pensando en eso cuando dice "mi vida", no está pensando que tiene que hacer un despelote y proyectar influencia ¿se fijan?, es como si él estuviera haciendo un proyecto a cinco años para hacer todas esas cosas. ¿Y eso para que nos sirve?, ¿para que le sirve a nadie?, ademas ni va a tener el perro, lo va a morder (risas), la frigidaire le va a explotar a la mierda, las pantuflas se le van a romper (risas), una cagada, siempre termina asi.
Cambia mucho la planificacion de la vida si tiene direccion a, si la planificacion de la vida es un cumplir con determinadas compulsiones cambia mucho, en el primer caso que estamos mencionando tu cabeza dirige, le pone intención a los hechos, en el segundo caso no hay ninguna intención, mandan tus tripas, mandan tus compensaciones, mandan tus líos, tus resentimientos, tus ..., está mandando otra cosa, eres un medium, mandan otros espiritus que salen por tu boca (risas), no manda tu intención, no estás dirigiendo las cosas, el concepto caracteristico distintivo del ser humano, su intencionalidad, la dirección de los acontecimientos y todo aquello desaparece, eres una cosa donde mandan los acontecimientos a través tuyo? Y eso a quien le sirve?
Una piedra que cae. ¡La intencion puesta en los acontecimientos humanos!
1993 - POR UNA DEMOCRACIA REAL
La Democracia Formal y la Democracia Real.- Gravemente se ha ido arruinando el edificio de la democracia al resquebrajarse sus bases pricipales: la independencia entre poderes, la representatividad y el respeto a las minorías.
La teórica independencia entre poderes es un contrasentido. Basta pesquisar en la práctica el orígen y composición de cada uno de ellos, para comprobar las íntimas relaciones que los ligan. No podría ser de otro modo. Todos forman parte de un mismo sistema. De manera que las frecuentes crisis de avance de unos sobre otros, de superposición de funciones, de corrupción e irregularidad, se corresponden con la situación global, económica y política, de un país dado.
En cuanto a la representatividad. Desde la época de la extensión del sufragio universal se pensó que existía un solo acto entre la elección y la conclusión del mandato de los representantes del pueblo. Pero a medida que ha transcurrido el tiempo se ha visto claramente que existe un primer acto mediante el cual muchos eligen a pocos y un segundo acto en el que estos pocos traicionan a los muchos, representando a intereses ajenos al mandato recibido. Ya ese mal se incuba en los partidos políticos reducidos a cúpulas separadas de las necesidades del pueblo. Ya, en la máquina partidaria, los grandes intereses financian candidatos y dictan las políticas que éstos deberán seguir. Todo esto evidencia una profunda crisis en el concepto y la implementación de la representatividad.
Los humanistas luchan para transformar la práctica de la representatividad dando la mayor importancia a la consulta popular, el plebiscito y la elección directa de los candidatos. Porque aún existen, en numerosos países, leyes que subordinan candidatos independientes a partidos políticos, o bien, subterfugios y limitaciones económicas para presentarse ante la voluntad de la sociedad. Toda Constitución o ley que se oponga a la capacidad plena del ciudadano de elegir y ser elegido, burla de raíz a la democracia real que está por encima de toda regulación jurídica. Y, si se trata de igualdad de oportunidades, los medios de difusión deben ponerse al servicio de la población en el período electoral en que los candidatos exponen sus propuestas, otorgando a todos exactamente las mismas oportunidades. Por otra parte, deben imponerse leyes de reponsabilidad política mediante las cuales todo aquel que no cumpla con lo prometido a sus electores arriesgue el desafuero, la destitución o el juicio político. Porque el otro expediente, el que actualmente se sostiene, mediante el cual los individuos o los partidos que no cumplan sufrirán el castigo de las urnas en elección futura, no interrumpe en absoluto el segundo acto de traición a los representados. En cuanto a la consulta directa sobre los temas de urgencia, cada día existen más posibilidades para su implementación tecnológica. No es el caso de priorizar las encuestas y los sondeos manipulados, sino que se trata de facilitar la participación y el voto directo a través de medios electrónicos y computacionales avanzados.
En una democracia real debe darse a las minorías las garantías que merece su representatividad pero, además, debe extremarse toda medida que favorezca en la práctica su inserción y desarrollo. Hoy, las minorías acosadas por la xenofobia y la discriminación piden angustiosamente su reconocimiento y, en ese sentido, es responsabilidad de los humanistas elevar este tema al nivel de las discusiones más importantes encabezando la lucha en cada lugar hasta vencer a los neofascismos abiertos o encubiertos. En definitiva, luchar por los derechos de las minorías es luchar por los derechos de todos los seres humanos.
Pero también ocurre en el conglomerado de un país que provincias enteras, regiones o autonomías , padecen la misma discriminación de las minorías merced a la compulsión del Estado centralizado, hoy instrumento insensible en manos del gran capital. Y esto deberá cesar cuando se impulse una organización federativa en la que el poder político real vuelva a manos de dichas entidades históricas y culturales.
En definitiva, poner por delante los temas del capital y el trabajo, los temas de la democracia real, y los objetivos de la descentralización del aparato estatal, es encaminar la lucha política hacia la creación de un nuevo tipo de sociedad. Una sociedad flexible y en constante cambio, acorde con las necesidades dinámicas de los pueblos hoy por hoy asfixiados por la dependencia.
Silo (1938-2010). Del Documento Humanista, 1993
1993 - Los humanistas no quieren amos; no quieren dirigentes ni jefes...
Los humanistas son mujeres y hombres de este siglo, de ésta época. Reconocen los antecedentes del humanismo histórico y se inspiran en los aportes de las distintas culturas, no solamente de aquellas que en este momento ocupan un lugar central. Son, además, hombres y mujeres que dejan atrás este siglo y este milenio, y se proyectan a un nuevo mundo.
Los humanistas sienten que su historia es muy larga y que su futuro es aún más extendido. Piensan en el porvenir, luchando por superar la crisis general del presente. Son optimistas, creen en la libertad y en el progreso social.
Los humanistas son internacionalistas, aspiran a una nación humana universal. Comprenden globalmente al mundo en que viven y actúan en su medio inmediato. No desean un mundo uniforme sino múltiple: múltiple en las etnias, lenguas y costumbres; múltiple en las localidades, las regiones y las autonomías; múltiple en las ideas y las aspiraciones; múltiple en las creencias, el ateísmo y la religiosidad; múltiple en el trabajo; múltiple en la creatividad.
Los humanistas no quieren amos; no quieren dirigentes ni jefes, ni se sienten representantes ni jefes de nadie. Los humanistas no quieren un Estado centralizado, ni un Paraestado que lo reemplace. Los humanistas no quieren ejércitos policíacos, ni bandas armadas que los sustituyan.
Pero entre las aspiraciones humanistas y las realidades del mundo de hoy, se ha levantado un muro. Ha llegado pues, el momento de derribarlo. Para ello es necesaria la unión de todos los humanistas del mundo.
1993 - El capital mundial / LA GRAN ESTAFA
He aquí la gran verdad universal: el dinero es todo. El dinero es gobierno, es ley, es poder. Es, básicamente, subsistencia. Pero además es el Arte, es la Filosofía y es la Religión. Nada se hace sin dinero; nada se puede sin dinero. No hay relaciones personales sin dinero. No hay intimidad sin dinero y aún la soledad reposada depende del dinero.
Pero la relación con esa “verdad universal” es contradictoria. Las mayorías no quieren este estado de cosas. Estamos pues, ante la tiranía del dinero. Una tiranía que no es abstracta porque tiene nombre, representantes, ejecutores y procedimientos indudables.
Hoy no se trata de economías feudales, ni de industrias nacionales, ni siquiera de intereses de grupos regionales. Hoy se trata de que aquellos supervivientes históricos acomodan su parcela a los dictados del capital financiero internacional. Un capital especulador que se va concentrando mundialmente. De esta suerte, hasta el Estado nacional requiere para sobrevivir del crédito y el préstamo. Todos mendigan la inversión y dan garantías para que la banca se haga cargo de las decisiones finales. Está llegando el tiempo en que las mismas compañías, así como los campos y las ciudades, serán propiedad indiscutible de la banca. Está llegando el tiempo del Paraestado, un tiempo en el que el antiguo orden debe ser aniquilado.
Parejamente, la vieja solidaridad se evapora. En definitiva, se trata de la desintegración del tejido social y del advenimiento de millones de seres humanos desconectados e indiferentes entre sí a pesar de las penurias generales. El gran capital domina no solo la objetividad gracias al control de los medios de producción, sino la subjetividad gracias al control de los medios de comunicación e información. En estas condiciones, puede disponer a gusto de los recursos materiales y sociales convirtiendo en irrecuperable a la naturaleza y descartando progresivamente al ser humano. Para ello cuenta con la tecnología suficiente. Y, así como ha vaciado a las empresas y a los estados, ha vaciado a la Ciencia de sentido convirtiéndola en tecnología para la miseria, la destrucción y la desocupación.
Los humanistas no necesitan abundar en argumentación cuando enfatizan que hoy el mundo está en condiciones tecnológicas suficientes para solucionar en corto tiempo los problemas de vastas regiones en lo que hace a pleno empleo, alimentación, salubridad, vivienda e instrucción. Si esta posibilidad no se realiza es, sencillamente, porque la especulación monstruosa del gran capital lo está impidiendo.
El gran capital ya ha agotado la etapa de economía de mercado y comienza a disciplinar a la sociedad para afrontar el caos que él mismo ha producido. Frente a esta irracionalidad, no se levantan dialécticamente las voces de la razón sino los más oscuros racismos, fundamentalismos y fanatismos. Y si es que este neo-irracionalismo va a liderar regiones y colectividades, el margen de acción para las fuerzas progresistas queda día a día reducido. Por otra parte, millones de trabajadores ya han cobrado conciencia tanto de las irrealidades del centralismo estatista, cuanto de la falsedades de la democracia capitalista. Y así ocurre que los obreros se alzan contra sus cúpulas gremiales corruptas, del mismo modo que los pueblos cuestionan a los partidos y los gobiernos. Pero es necesario dar una orientación a éstos fenómenos que de otro modo se estancarán en un espontaneísmo sin progreso. Es necesario discutir en el seno del pueblo los temas fundamentales de los factores de la producción.
Para los humanistas existen como factores de la producción, el trabajo y el capital, y están demás la especulación y la usura. En la actual situación los humanistas luchan porque la absurda relación que ha existido entre esos dos factores sea totalmente transformada. Hasta ahora se ha impuesto que la ganancia sea para el capital y el salario para el trabajador, justificando tal desequilibrio con el “riesgo” que asume la inversión... como si todo trabajador no arriesgara su presente y su futuro en los vaivenes de la desocupación y la crisis. Pero, además, está en juego la gestión y la decisión en el manejo de la empresa. La ganancia no destinada a la reinversión en la empresa, no dirigida a su expansión o diversificación, deriva hacia la especulación financiera. La ganancia que no crea nuevas fuentes de trabajo, deriva hacia la especulación financiera. Por consiguiente, la lucha de los trabajadores ha de dirigirse a obligar al capital a su máximo rendimiento productivo. Pero esto no podrá implementarse a menos que la gestión y dirección sean compartidas. De otro modo, ¿cómo se podría evitar el despido masivo, el cierre y el vaciamiento empresarial? Porque el gran daño está en la subinversión, la quiebra fraudulenta, el endeudamiento forzado y la fuga del capital, no en las ganancias que se puedan obtener como consecuencia del aumento en la productividad. Y si se insistiera en la confiscación de los medios de producción por parte de los trabajadores, siguiendo las enseñanzas del siglo XlX, se debería tener en cuenta también el reciente fracaso del socialismo real.
En cuanto a la objeción de que encuadrar al capital, así como está encuadrado el trabajo, produce su fuga a puntos y áreas más provechosas ha de aclararse que esto no ocurrirá por mucho tiempo más ya que la irracionalidad del esquema actual lo lleva a su saturación y crisis mundial. Esa objeción, aparte del reconocimiento de una inmoralidad radical desconoce el proceso histórico de la transferencia del capital hacia la banca resultando de ello que el mismo empresario se va convirtiendo en empleado sin decisión dentro de una cadena en la que aparenta autonomía. Por otra parte, a medida que se agudice el proceso recesivo, el mismo empresariado comenzará a considerar éstos puntos.
Los humanistas sienten la necesidad de actuar no solamente en el campo laboral sino también en el campo político para impedir que el Estado sea un instrumento del capital financiero mundial, para lograr que la relación entre los factores de la producción sea justa y para devolver a la sociedad su autonomía arrebatada.
1993 - Del Humanismo ingenuo al Humanismo consciente
Es en la base social, en los lugares de labor y habitación de los trabajadores donde el Humanismo debe convertir la simple protesta en fuerza consciente orientada a la transformación de las estructuras económicas.
En cuanto a los miembros combativos de las organizaciones gremiales y los miembros de partidos políticos progresistas, su lucha se hará coherente en la medida en que tiendan a transformar las cúpulas de las organizaciones en las que están inscriptos dándole a sus colectividades una orientación que ponga en primer lugar, y por encima de reivindicaciones inmediatistas, los planteos de fondo que propicia el Humanismo.
Vastas capas de estudiantes y docentes, normalmente sensibles a la injusticia, irán haciendo consciente su voluntad de cambio en la medida en que la crisis general del sistema los afecte. Y, por cierto, la gente de Prensa en contacto con la tragedia cotidiana está hoy en condiciones de actuar en dirección humanista al igual que sectores de la intelectualidad cuya producción está en contradicción con las pautas que promueve este sistema inhumano.
Son numerosas las posturas que, teniendo por base el hecho del sufrimiento humano, invitan a la acción desinteresada a favor de los desposeídos o los discriminados. Asociaciones, grupos voluntarios y sectores importantes de la población se movilizan, en ocasiones, haciendo su aporte positivo. Sin duda que una de sus contribuciones consiste en generar denuncias sobre esos problemas. Sin embargo, tales grupos no plantean su acción en términos de transformación de las estructuras que dan lugar a esos males. Estas posturas se inscriben en el Humanitarismo más que en el Humanismo consciente. En ellas se encuentran ya protestas y acciones puntuales susceptibles de ser profundizadas y extendidas.
1993 - “Nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de otro”
La acción de los humanistas no se inspira en teorías fantasiosas acerca de Dios, la Naturaleza, la Sociedad o la Historia. Parte de las necesidades de la vida que consisten en alejar el dolor y aproximar el placer. Pero la vida humana agrega a las necesidades su previsión a futuro basándose en la experiencia pasada y en la intención de mejorar la situación actual. Su experiencia no es simple producto de selecciones o acumulaciones naturales y fisiológicas, como sucede en todas las especies, sino que es experiencia social y experiencia personal lanzadas a superar el dolor actual y a evitarlo a futuro.
Su trabajo, acumulado en producciones sociales, pasa y se transforma de generación en generación en lucha continua por mejorar las condiciones naturales, aún las del propio cuerpo. Por esto, al ser humano se lo debe definir como histórico y con un modo de acción social capaz de transformar al mundo y a su propia naturaleza. Y cada vez que un individuo o un grupo humano se impone violentamente a otros, logra detener la historia convirtiendo a sus víctimas en objetos “naturales”. La naturaleza no tiene intenciones, así es que al negar la libertad y las intenciones de otros, se los convierte en objetos naturales, en objetos de uso.
El progreso de la humanidad, en lento ascenso, necesita transformar a la naturaleza y a la sociedad eliminando la violenta apropiación animal de unos seres humanos por otros. Cuando esto ocurra, se pasará de la prehistoria a una plena historia humana. Entre tanto, no se puede partir de otro valor central que el del ser humano pleno en sus realizaciones y en su libertad.
Por ello los humanistas proclaman: “Nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de otro”. Si se pone como valor central a Dios, al Estado, al Dinero o a cualquier otra entidad, se subordina al ser humano creando condiciones para su ulterior control o sacrificio. Los humanistas tienen claro este punto. Los humanistas son ateos o creyentes, pero no parten de su ateísmo o de su fe para fundamentar su visión del mundo y su acción. Parten del ser humano y de sus necesidades inmediatas. Y, si en su lucha por un mundo mejor creen descubrir una intención que mueve la Historia en dirección progresiva, ponen esa fe o ese descubrimiento al servicio del ser humano.
Los humanistas plantean el problema de fondo: saber si se quiere vivir y decidir en qué condiciones hacerlo.
Todas las formas de violencia física, económica, racial, religiosa, sexual e ideológica, merced a las cuales se ha trabado el progreso humano, repugnan a los humanistas. Toda forma de discriminación manifiesta o larvada, es un motivo de denuncia para los humanistas.
Los humanistas no son violentos, pero por sobre todo no son cobardes ni temen enfrentar a la violencia porque su acción tiene sentido. Los humanistas conectan su vida personal, con la vida social. No plantean falsas antinomias y en ello radica su coherencia.
Así está trazada la línea divisoria entre el Humanismo y el Anti-humanismo.
El Humanismo pone por delante la cuestión del trabajo frente al gran capital; la cuestión de la democracia real frente a la democracia formal; la cuestión de la descentralización, frente a la centralización; la cuestión de la antidiscriminación, frente a la discriminación; la cuestión de la libertad frente a la opresión; la cuestión del sentido de la vida, frente a la resignación, la complicidad y el absurdo.
Porque el Humanismo se basa en la libertad de elección, posee la única ética valedera del momento actual. Así mismo, porque cree en la intención y la libertad distingue entre el error y la mala fe, entre el equivocado y el traidor.
1993 - El campo antihumanista
A medida que las fuerzas que moviliza el gran capital van asfixiando a los pueblos, surgen posturas incoherentes que comienzan a fortalecerse al explotar ese malestar canalizándolo hacia falsos culpables. En la base de estos neofascismos está una profunda negación de los valores humanos. También en ciertas corrientes ecologistas desviatorias se apuesta en primer término a la naturaleza en lugar del hombre. Ya no predican que el desastre ecológico es desastre, justamente, porque hace peligrar a la humanidad sino porque el ser humano ha atentado contra la naturaleza. Según algunas de estas corrientes, el ser humano está contaminado y por ello contamina a la naturaleza. Mejor sería, para ellos, que la medicina no hubiera tenido éxito en el combate con las enfermedades y en el alargamiento de la vida. “La Tierra primero”, gritan histéricamente, recordando las proclamas del nazismo. Desde allí a la discriminación de culturas que contaminan, de extranjeros que ensucian y polucionan, hay un corto paso. Estas corrientes se inscriben también en el anti-humanismo porque en el fondo desprecian al ser humano. Sus mentores se desprecian a sí mismos, reflejando las tendencias nihilistas y suicidas a la moda.
Una franja importante de gente perceptiva también adhiere al ecologismo porque entiende la gravedad del problema que este denuncia. Pero si ese ecologismo toma el carácter humanista que corresponde, orientará la lucha hacia los promotores de la catástrofe, a saber: el gran capital y la cadena de industrias y empresas destructivas, parientes próximas del complejo militar-industrial. Antes de preocuparse por las focas se ocupará del hambre, el hacinamiento, la mortinatalidad, las enfermedades y los déficits sanitarios y habitacionales en muchas partes del mundo. Y destacará la desocupación, la explotación, el racismo, la discriminación y la intolerancia, en el mundo tecnológicamente avanzado. Mundo que, por otra parte, está creando los desequilibrios ecológicos en aras de su crecimiento irracional.
No es necesario extenderse demasiado en la consideración de las derechas como instrumentos políticos del Anti-humanismo. En ellas la mala fe llega a niveles tan altos que, periódicamente, se publicitan como representantes del “Humanismo”. En esa dirección, no ha faltado tampoco la astuta clerigalla que ha pretendido teorizar sobre la base de un ridículo “Humanismo Teocéntrico” (?). Esa gente, inventora de guerras religiosas e inquisiciones; esa gente que fue verdugo de los padres históricos del humanismo occidental, se ha arrogado las virtudes de sus víctimas llegando inclusive a “perdonar los desvíos” de aquellos humanistas históricos. Tan enorme es la mala fe y el bandolerismo en la apropiación de las palabras que los representantes del Anti-humanismo han intentado cubrirse con el nombre de “humanistas”.
Sería imposible inventariar los recursos, instrumentos, formas y expresiones de que dispone el Anti-humanismo. En todo caso esclarecer sobre sus tendencias más solapadas contribuirá a que muchos humanistas espontáneos o ingenuos revisen sus concepciones y el significado de su práctica social.
1993 - LO QUE NO SOMOS LOS HUMANISTAS
Los humanistas no son ingenuos ni se engolosinan con declaraciones propias de épocas románticas. En ese sentido, no consideran sus propuestas como la expresión más avanzada de la conciencia social, ni piensan a su organización en términos indiscutibles.
Los humanistas no fingen ser representantes de las mayorías. En todo caso, actúan de acuerdo a su parecer más justo apuntando a las transformaciones que creen más adecuadas y posibles en este momento que les toca vivir.
2005 - Los 6 Puntos del Humanismo
Esos seis puntos del Humanismo constituyen para nosotros, mensajeros de un nuevo espíritu, la base de nuestra doctrina social y de nuestro compromiso de acción en el mundo.
Todo se ha construido aquí y en distintas partes del mundo gracias a los esfuerzos del Movimiento Humanista y de un conjunto de personas que sin especulaciones ni cálculos, ha apoyado el desarrollo de nuestro Mensaje.
Por tanto, es oportuno ahora, agradecer a ese gran Movimiento citando sus ideales y propuestas fundamentales que se formalizan en los siguientes seis puntos:
“En primer lugar, propicia la ubicación del ser humano como valor y preocupación central, de tal modo que nada esté por encima del ser humano, ni que un ser humano esté por encima de otro.
En segundo lugar, afirma la igualdad de todas las personas y trabaja por la superación de la simple formalidad de iguales derechos, avanzando hacia un mundo de iguales oportunidades para todos.
En tercer lugar, reconoce la diversidad personal y cultural afirmando las características propias de cada pueblo y condenando toda discriminación que se realice en razón de las diferencias económicas, raciales, étnicas y culturales.
En cuarto lugar, auspicia la tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de las limitaciones impuestas al pensamiento por prejuicios aceptados como verdades absolutas o inmutables.
En quinto lugar, afirma la libertad de ideas y creencias y, en sexto lugar, repudia no solamente las formas de la violencia física, no solamente..., sino todas las otras formas de violencia económica, racial, sexual, religiosa, moral y psicológica, como casos cotidianos arraigados en todas las regiones del mundo”.
Esos seis puntos del Humanismo constituyen para nosotros, mensajeros de un nuevo espíritu, la base de nuestra doctrina social y de nuestro compromiso de acción en el mundo.
lunes, 16 de mayo de 2011
EL PEDIDO NOS MOVILIZA SIN ESPERAR QUE "OTRO" LO RESUELVA
Tocaremos otro punto que se refiere al pedido. Por qué cuando uno pide normalmente por algo se hace relacionado a una persona. Pareciera que, normalmente, en pedidos religiosos u oraciones la vinculación es con Dios. Aquí, en el pedido, uno no pide nada a nadie... (risas). Es poco paradójico. Entonces, ¿qué clase de pedido es éste?... (risas), parece que hay varias intenciones, en esto del pedido. Uno puede pedir por un amigo enfermo, en una situación muy seria y difícil. Cuando uno experimenta un fuerte afecto por ese amigo uno quiere que las cosas marchen bien con él. En realidad, eso es lo que normalmente nos pasa. Mas si uno es un pariente o amigo y quiere que las cosas marchen bien con la persona. Es normal. De tal manera, que ese sentimiento, que es normal, en el caso del pedido, es un sentimiento que es mas elaborado y más directo. Es el mismo sentimiento pero con una dirección y fuerza. Es la misma cosa que hacemos diariamente pero controlada. ¿Y cómo operamos con ese control?
Nosotros imaginamos la situación de nuestro amigo como proyectada en una pantalla. Pero después no está. Si nosotros imaginamos cosas con fortaleza, no forzando la imagen, pero sintiéndola, (risas), entonces el pedido tiene significado. Uno puede verificar si el pedido que uno hace es importante o no. Por lo tanto hay veces que no tenemos pedidos que hacer. ¿Entonces va uno a pedir cosas que uno no siente? Uno sólo pide por cosas importantes. Es el único el que se pide. Sólo eso genera fuerza en uno. Entonces, hay energía para dirigir esa emoción y esa imagen. ¿Y que logra uno con eso? Muchas cosas.
La primera cosa, pidiendo en esa dirección - Horizontal - y no en forma vertical, hacia Dios por ejemplo, porque Dios será el que se encargue de ese trabajo... entonces uno tiene que analizar lo que pasa... (risas). Pero si uno pide en forma horizontal, al centrar esa emoción o ese sentimiento, esa imagen, nos predisponemos también en esa dirección. Y entonces en lugar de esperar que Dios ayude a nuestro amigo, es muy posible que uno haga algo por él. Porque la dirección en este sentido provoca un tipo de tonicidad muscular, es como cuando trabaja con el sentimiento en esa dirección donde la motricidad tiende a ir en esa dirección. Entonces, el pedido tiene significado porque ayuda a que uno mismo se mueva hacia cosas que uno quiere que trabaja bien. Si estoy sin trabajo permanezco en mi cuarto pido a Dios que me consiga un trabajo, (risas), psicológicamente estoy esperando a alguien que toque a mi puerta y me ofrezca un trabajo. Pero si en lo contrario, ese necesidad que tengo de adentrarme en una fuerte emoción para lograr algo que se produce es muy probable que yo me mueva motrizmente para obtener el trabajo. Hay aun otra razón para trabajar con esto del pedido. Algunas personas... (inaudible)... que al pedir por cosas muy vitales las han logrado de alguna manera inexplicablemente, como si determinada energía haya sido movilizadas.
1996 - DEDICADO A LOS POLITICOS MENTIROSOS. EL PARO O DESOCUPACION (Fragmento)
"La gente finalmente se liberará de todo ésto y por primera vez en la historia serán los dueños de la tierra, por primera vez en la historia se dan condiciones de ser dueños de la tierra. El ser humano heredara la tierra y ellos heredaran el viento y pasaremos a otra etapa. Entre tanto algunos problemas que habrá que afrontar. Es de sumo cuidado el tema de lo que la gente puede hacer con su cabeza. Hay que ubicarse mentalmente, plantearse las cosas sin desesperación, ver la dirección de los procesos, comprender los momentos difíciles que se acercan, tener fe en sí mismos y en los demás sabiendo que pasamos a otro mundo. Mucho tiene que decir la gente a la otra gente y mucho tiene que decirse a sí misma."
Nosotros vemos que el momento actual por el que se va transitando en el mundo es hacia una situación en la que uno de los problemas más importantes va a ser la desocupación. En términos objetivos, la desocupación va cundiendo. Es muy diferente a la desocupación que va surgiendo en los países menos avanzados tecnológicamente, en el que la desocupación se debe a otros motivos. Pero en los países en los que comienza a moverse fuerte esto de la robótica y la tecnificación la desocupación irá cundiendo. Por otra parte en este siglo el proceso productivo ha crecido exponencialmente, es decir, la productividad ha aumentado enormemente. La productividad puede aumentar mucho más y la solución que ellos presentan es: como la productividad es mayor, será mayor todavía si se reduce el personal. Se reduce el personal, aumenta la tecnología, sube la productividad... entonces claro, la gente está sobrando, la gente está impidiendo el proceso productivo. Esto aparentemente si no hay mayores trastornos continuará en esta dirección y seguirán reduciendo las plantillas de personal e irá cundiendo la desocupación.
Por otra parte si a las empresas se las hace cada vez más eficientes, primero tendrá que salir del área estatal y pasar a manos privadas. Además, todas las pensiones a cargo del estado tendrán que irse reduciendo, y si el estado no dispone de fondos suficientes tendrán que irse cercenando. Los seguros de desempleo, la seguridad social en general ya no estarán en manos del estado. ¿Y qué culpa tiene el estado sino puede pagar a los desocupados?
Esa legión de desocupados que seguirá creciendo no tendrá trabajo en las empresas, porque éstas se tecnificarán al máximo por una parte y por otra parte el estado no podrá a atender a esos problemas. Así que parece que esa es la dirección que llevan estos acontecimientos. Está planteado en términos de cosa inevitable. Todos los formadores de opinión nos explican que si aumenta la productividad, si aumenta la eficiencia, aumenta la tecnología aumentará la desocupación. Con lo que estamos totalmente de acuerdo. Con lo que no estamos de acuerdo es con esa empresa que dispone reducir el personal, bajar los salarios, y que los directivos y el escalón intermedio o sea los ejecutivos, gestionen la empresa y dispongan las direcciones de las inversiones.
En el documento humanista, que ya lleva unos años de publicado, se habla de la importancia que tiene para nosotros esto de la participación del trabajador no solo en la ganancia, en el riesgo compartido con el capital, sino, sobre todo, esto de la gestión de la empresa y el destino que tienen las inversiones. Nadie discute hoy el tema de quien gestiona y en que dirección se hace. Se toma el hecho puntual de que aumenta la tecnología, aumenta la productividad y no se necesita el personal y esa fatalidad es aceptada por todo el mundo. Por ejemplo, podría pensarse de este otro modo: si crece la productividad y se necesita cada vez menos gente en el manejo de la empresa están de más los ejecutivos y los empresarios. Además no se sabe para que se necesitan los empresarios y no se sabe por qué ellos tendrían que disponer de las decisiones de la empresa. Hay cosas aquí que no se plantean correctamente.
Y en cuanto a que la gente va a estar desocupada en actividades tan primarias no parece ser ningún pecado bíblico. No parece ser ningún problema, parece una cosa interesante que trabajen las máquinas. Así que tendrá que revertirse todo ésto, porque va ir a la explosión. Y hay algunos pasos intermedios como la empresa en manos del trabajador. Pero, nadie vaya a creer que por poner en marcha estas cosas va a cambiar un sistema. Porque el aparato jurídico y político no va a estar en manos de esos trabajadores. Por que luego, por una simple ley, por un simple decreto se echan para atrás años de lucha. Como bien se ha comprobado todo ésto en las últimas décadas: todas las luchas obreras, todas las reivindicaciones salariales, todas las reivindicaciones por el desempleo y a favor de los derechos sociales, todo ésto que han sido años de sangre y de lucha se lo han cargado en poco tiempo. Así que ¿cómo vamos a creer que por el solo hecho de que vaya avanzando la propiedad social de los trabajadores, va a cambiar el esquema? De ninguna manera. Pero sí es una propuesta a la participación mayor de los trabajadores en el manejo de la gestión de la empresa, el destino de las inversiones.
Este es un capítulo que será muy interesante estudiarlo creo que se gestarán algunos seminarios sobre el tema de la propiedad de los trabajadores. Creo que esos seminarios será muy bueno ponerlos a circular, haciéndolos llegar a todos los puntos, familiarizándonos con este tema de la propiedad de los trabajadores. Pero lo que nosotros vemos es una sociedad, aparte de los problemas que pueda tener, que está al borde de liberarse de todas estas condiciones oprimentes y pasar a otra etapa.
Hoy el mismo capital está frenando la tecnificación, que en su momento incrementó para tener productividad, porque se desequilibra todo. Así que habrá producción suficiente para solucionar problemas en vastas regiones del mundo.
Nos parece que estamos cerca de un momento de gran explosión. Y esto de que la gente no tenga que trabajar entre cosas tan primarias no nos da la sensación de pecado. Nos da la sensación de que la gente poco a poco está entrando en otra zona de actividad, de trabajo, de pensamiento, de productividad en otro sentido. Pero como están hoy las cosas se está frenando todo ésto con una organización social primitiva que no está a la altura del desarrollo del ser humano. De manera que hay un crecimiento en la productividad, un crecimiento en el desarrollo del hombre y a todo ésto se lo asfixia. Se lo está asfixiando al ser humano. Y en orden a la subjetividad está sucediendo lo mismo: se dispone de las imágenes que se supone son las adecuadas para el desarrollo del sistema tal cual va. Entonces se cierran otras válvulas. Se están asfixiando otras alternativas, otras posibilidades, otras imágenes. Así que también va a haber una lucha por el control de la subjetividad, no solo de la objetividad como sucedió en estos últimos tiempos. Va a haber una gran lucha por el control de la subjetividad: ...”usted no tiene que pensar esas cosas, ni hacer esas cosas, eso es peligroso, la cohesión social, etc. ...” Es un tema un poco más complicado, más abstracto. Se le va ir prestando mucha más atención al peligro de pensar ciertas cosas y sobre todo de disponer de ciertas imágenes. Así que el monopolio de las imágenes en manos de la TV, de las iglesias oficiales, cierta opinión pública dirigida y todo lo demás disolvente. Cuestión de que la historia se pare. Las cosas nuevas son pseudo. Las cosas verdaderas son las que están aceptadas.
Lógicamente en esta asfixia tan objetiva como subjetiva van a ir creciendo las perturbaciones. Así que estaremos atentos a las curvas de depresión social, de conflicto social, a medida que la gente trate de encontrar otras cosas y se la asfixie.
De todos modos habrá algunas soluciones provisionales para ese tema. Se difundirán algunas imágenes que no tienen gran peligrosidad. Se pueden difundir bien imágenes de fármacos. Pronto nos vamos a encontrar en distintos lugares; primero circulitos muy pequeños de gente, después más extensos, después llegará a las poblaciones, se instalará como tema de debate, se empezará con este tema de si se está de acuerdo con la legalización de la droga. El planteamiento será que los narcotraficantes pierdan el dinero. Por supuesto, no se van a preguntar por qué aumenta el consumo y entonces nos preguntarán a nosotros también. Bueno, ¿ustedes qué dicen sobre ésto: hay que legalizar o no hay que legalizar la droga? Porque si se legaliza la droga los narcotraficantes se joden, lo cual tiene gracia, pero claro, es una pregunta errónea. Nosotros diremos que estamos de acuerdo con que se legalice, pero que ahí no se acaba el tema. Se legalizará la droga, todo bien. Una mafia se quedará con los fondos de otra mafia. No hay problema. Estará en manos de todo el mundo y seguirá creciendo el consumo, total sobra gente...
Luego vendrá el espacio virtual y con unos cables, unos guanteletes y unas cosas se dará una alternativa electrónica a la droga química. Se publicitará muy bien que casos de drogadicción y demás han sido combatidos por el espacio virtual. Primero la discusión, que si se legaliza o no, diremos que sí, pero que es la sociedad la que está enferma. Ellos dirán que ¿cómo que está enferma? Los suicidios aumentarán, pero ellos darán fármacos de la mañana, a la noche, a la tarde, por todos lados y de todos modos los suicidios aumentarán, la depresión aumentará, pero será normal pues ¿quién no está deprimido? Las sociedades serán cada vez más enfermas.
¿Y a qué se debe todo ésto? Entre otras cosas se debe al crecimiento del ser humano e inversamente a la asfixia a la que se lo somete para que no surjan otras posibilidades que corresponden a un nuevo momento de la especie humana. Es una época muy linda. Muy acelerada, muy veloz donde estamos presentes. Es una época lindísima con los problemas del caso, pero, donde se ven desbordes, malestar social, problemas sicológicos, perturbaciones colectivas, desubicación y el sistema tratando de arreglar ésto que no tiene arreglo en su planteamiento, no lo tiene. La única pena es que esté todo en manos de estos irresponsables por un tiempo más, esa es la única lástima.
Creo que habría que dar ánimo a la gente y prepararse para un nuevo mundo, explicar la desocupación y como esas empresas y este sistema financiero contribuyen a la catástrofe. Es una interesante visión para comentar con la gente, porque solucionado este problema pasaremos a otra etapa, a otro mundo. Pero antes habría que dar mucho aliento en ese sentido. Cogote de botella que ellos no van a poder superar que va a una catástrofe de su esquema. De ninguna manera es el fin del mundo. Los problemas que se están presentando tienen que ver básicamente con la desocupación, tienen que ver con el empobrecimiento progresivo a enorme escala de la población mundial, no en un solo punto. Y tienen que ver con todo tipo de perturbaciones sicológicas. Y ni fármacos, ni TV, ni espacio virtual van a parar ésto. Así que tendrá que entender mucha gente que algo tiene que hacer con su cabeza, algo tiene que hacer con su acción, algo tiene que explicarle a la otra gente, respecto de hacia dónde va ésto, y cuál es la dirección que la lleva a esa explosión.
La gente finalmente se liberará de todo ésto y por primera vez en la historia serán los dueños de la tierra, por primera vez en la historia se dan condiciones de ser dueños de la tierra. El ser humano heredara la tierra y ellos heredaran el viento y pasaremos a otra etapa. Entre tanto algunos problemas que habrá que afrontar. Es de sumo cuidado el tema de lo que la gente puede hacer con su cabeza. Hay que ubicarse mentalmente, plantearse las cosas sin desesperación, ver la dirección de los procesos, comprender los momentos difíciles que se acercan, tener fe en sí mismos y en los demás sabiendo que pasamos a otro mundo. Mucho tiene que decir la gente a la otra gente y mucho tiene que decirse a sí misma.
La violencia creciente no va a disminuir por el hecho de que se retiren las armas de juguete de manos de los niños. La violencia no se debe a que los niños usen revólveres de juguete. La violencia no se debe a que se vean películas de violencia. Nadie se pregunta por qué hay necesidad de consumir tanta película de violencia, por qué son tan exitosas. Se dice que es la TV la que genera violencia, o los revólveres de juguete. Entonces se trivializa el tema, se va a lo secundario. No se convierte en una crítica a la estructura del sistema y a la organización social. Los bienpensantes, la gente sensible, la más artística, los intelectuales, los de izquierda, lógicamente quieren quitarle los revólveres de juguete a los niños y no permitir que haya películas de violencia. ¡Ese no es el problema!
¿Cómo se hace para que ésto dentro de uno no crezca? Así que diremos nuestras cosas y explicaremos nuestro punto de vista y diremos que todo eso es secundario y no tiene nada que ver. El tema está en el circuito financiero, en el manejo de la empresa, en que están sobrando los empresarios. El tema es que primero dejan a la gente en la calle, le quitan toda seguridad y después los meten presos por mendigar. ¡Eso es una maravilla! Entonces ya ven ustedes que ellos están creando una bomba.
Nos vamos a encontrar con un montón de gente razonable que nos va a decir: ésto es un problema de la técnica. ¿Que tienen que ver las empresas? Hoy la computadora reemplaza diez mil operarios y ojalá remplazara un millón. Bueno, ¿pero entonces, quedan desocupados? Sí y qué, si ese no es el problema, el problema es que vivan, que coman, que tengan salud, educación, que puedan protegerse de las inclemencias de todo tipo, que puedan proyectar a futuro.