miércoles, 10 de noviembre de 2010

1972 / MILITANCIA


Fragmentos de Meditación Trascendental / 4 conferencias de Silo

Pregunta: "¿Puede la militancia política mejorar la sociedad y el hombre?"

No creo que ningún partido, ni ningún movimiento en el planeta, pueda realizar la liberación del hombre ni la liberación de la sociedad. El hombre ha recorrido a lo largo de la historia mucho camino y siempre a una sociedad ha sucedido otra y siempre a una alienación ha sucedido otra. Es cierto que en ese proceso espiral de crecimiento del hombre (de avance de la ciencia, de la cultura, de la civilización) también ha ido ascendiendo en algo el nivel de conciencia, pero hasta tanto no se tenga en cuenta que cualquier tipo de transformación debe ser simultánea y no postergadora; hasta tanto eso no suceda, ningún tipo de revolución parcial va a lograr la transformación total del hombre y de las estructuras sociales.

¿Qué quiero decir con eso de planteos "postergadores"? Que, aquellos que nos anuncian el cambio social hablando de infraestructuras que luego, por este cambio, modifican las superestructuras mentales del hombre (como si el hombre fuera reflejo y nada más que reflejo del medio social), los que nos anuncian un cambio en el hombre modificando inmediatamente la estructura social, nos postergan. Y aquellos que a la inversa creen que se trata de modificar primeramente al hombre, para luego modificar las estructuras sociales, también nos, postergan.

Es muy difícil para nosotros, formas mentales educadas en este tipo de sociedad, en este tipo de cultura, pensar en lo simultáneo. Somos todavía causalistas, aristotélicos: "primero esto, luego lo otro y luego lo que le sigue".

Llevamos un orden mental que también tratamos de aplicar a nuestra vida cotidiana. Nos parece imposible la idea de simultaneidad, la idea de concomitancia de sistemas.

Respondiendo concretamente a la pregunta: "¿Puede la militancia política mejorar la sociedad y el hombre?", respondo: tal vez pueda mejorar, crear mejoras de ámbito para una verdadera revolución, pero no puede producir la transformación de fondo la simple militancia política. Si existiera un movimiento, un partido, o una nueva forma que planteara las cosas en los términos en que a nosotros nos parece que son, obviamente adheriríamos.

Pregunta: "Deseo cambiar y, sin embargo, aquí he escuchado que no se trata de cambiar. ¿Se trata entonces de aceptarme a mí mismo tal cual soy?"

No se trata de aceptarse ni de no aceptarse. Se trata simplemente de advertir que si usted siente la necesidad (y no el deseo) profunda de cambio, es porque en usted hay sufrimiento. No querría usted cambiar si estuviera satisfecho con usted mismo. Si en usted hay necesidad de cambio (en lugar de tratar de cambiar o en lugar de conformarse como es), mas vale que investigue en profundidad la raíz de ese sufrimiento. Eso es lo que propone precisamente la meditación y cotidiana. Eso le responde a usted la meditación cotidiana.

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