martes, 23 de noviembre de 2010

LA MIRADA INTERNA (20): LA REALIDAD INTERIOR


XX. LA REALIDAD INTERIOR

1. Repara en mis consideraciones. En ellas no habrás de intuir sino alegóricos fenómenos y paisajes del mundo externo. Pero también en ellas hay descripciones reales, del mundo mental.

2. Tampoco debes creer que los “lugares” por donde pasas en tu andar, tengan algún tipo de existencia independiente. Semejante confusión hizo a menudo oscurecer profundas enseñanzas y así, hasta hoy algunos creen que cielos, infiernos, ángeles, demonios, monstruos, castillos encantados, ciudades remotas y demás, tienen realidad visible para los “iluminados”. El mismo prejuicio (pero con interpretación inversa), ha hecho presa de escépticos sin sabiduría, que tomaron esas cosas por simples ilusiones o alucinaciones padecidas por mentes afiebradas.

3. Debo repetir, entonces, que en todo ésto debes comprender que se trata de verdaderos estados mentales, aunque simbolizados con objetos sin existencia independiente.

4. Toma en cuenta lo dicho y aprende a des-cubrir la verdad tras las alegorías que en ocasiones desvían a la mente, pero que en otras, traducen realidades imposibles de captar sin representación.

Cuando se habló de las ciudades de los dioses, adonde quisieron arribar numerosos héroes de distintos pueblos; cuando se habló de paraísos, en que dioses y hombres convivían en original naturaleza transfigurada; cuando se habló de caídas y diluvios, se dijo gran verdad interior.

Luego los redentores trajeron la Palabra y llegaron a nosotros en doble naturaleza, para restablecer aquella nostálgica unidad perdida. También entonces, se dijo gran verdad interior.

Sin embargo, cuando se dijo todo aquello, colocándolo fuera de la mente, se erró o se mintió.

Inversamente, el mundo externo confundido con la interna mirada, obliga a ésta a recorrer nuevos caminos.

Así, hoy vuela hacia las estrellas el héroe de esta edad. Vuela a través de regiones antes ignoradas.

Vuela hacia afuera de su mundo y, sin saberlo, va impulsado hasta el interno y luminoso centro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario